CARTELERÍA
Dentro del negocio cinematográfico, podemos decir que fue en los años 80 cuando irrumpió el llamado cine de acción. Un género donde por desgracia, hay algunas películas buenas y mucha morralla. Esto es debido a que en la mayoría de los casos se trabaja muy poco el guion, relegando el argumento del film a que el héroe en cuestión se cepille a todos los malos que le pongan por delante sin escatimar guantazos ni balazos. Si además es con abundante despliegue pirotécnico y destructivo de material (todo tipo de vehículos y edificios), pues todavía mejor
El film que hoy repasamos es uno de los mejores del género. Una película perfecta como vehículo de evasión donde todo encaja a las mil maravillas, gracias a un guion bien trabajado y que inteligentemente acentúa su propuesta ajustando toda la acción en un solo edificio y durante una sola noche, un no parar. Un planteamiento que, sin duda, incrementa mucho la incertidumbre y el desasosiego del espectador
De un espectador que además se va a identificar enseguida con el protagonista, porque John McClane ni es un superpolicía , ni un soldado de operaciones especiales, es un tipo normal y corriente con mucho sentido del humor, que se ve metido en una movida muy gorda
La peli es una producción de 20th Century Fox. Los productores Lawrence Gordon y Joel Silver encomendaron la tarea de escribir el guion a Jeb Stuart. Para ello, tenía que adaptar la novela de Roderick Thorp “Nada dura para siempre” que era la continuación de otra novela suya titulada “El detective”, que tuvo su adaptación cinematográfica en 1968 dirigida por Gordon Douglas y con Frank Sinatra como protagonista
De hecho, los productores de “Jungla de Cristal”, al primero que tuvieron que ofrecer el papel protagonista del film, fue a Frank Sinatra. Estaban obligados por contrato. El bueno de Frank que tenía ya 71 años, declinó la oferta diciéndoles que era demasiado viejo y demasiado rico para ir pegando tiros en una peli. Así que cambiaron todos los nombres de los personajes, cortando cualquier conexión con el film de Sinatra y aprovecharon para rejuvenecer al personaje que pasó de ser un poli retirado a un joven oficial de policía
Para desarrollar el arco argumental del guion, ficharon a Steven E. de Souza, guionista veterano en series televisivas que ya había demostrado sus buenas cualidades en films como: “Límite: 48 horas”(1982), “Commando”(1985) y “Perseguido” (The Running Man, 1987)
ITALIA |
La primera opción para dirigir la película fue Richard Donner que acababa de triunfar en la taquilla con “Arma Letal”(1987) pero tuvo que rechazar la oferta porque estaba comprometido para rodar “Los fantasmas atacan al jefe” (Scrooged, 1988).
El productor Joel Silver pensó entonces en Paul Verhoeven que acababa de estrenar “RoboCop”, pero el director holandés tampoco quiso hacerse cargo de la dirección
TURQUÍA |
Tras esta negativa, los productores le ofrecieron el trabajo a John McTiernan que, en un principio, también lo desechó pero que finalmente terminó aceptándolo con la condición de cambiar ciertos aspectos del guion.
Tanto en la novela como en el guion original, la acción se desarrollaba durante tres días, McTiernan, posiblemente inspirado en la obra de Shakespeare “El sueño de una noche de verano”, decidió que en el film todo ocurriera durante una sola noche
POLONIA |
Tampoco quería que el argumento liara al público con rollos políticos y demás monsergas así que los malos dejaron de ser terroristas para convertirse en ladrones que se hacían pasar por terroristas en busca de un suculento botín.
John McTiernan tenía claro desde el principio que si aceptaba dirigir la película, tendrían que dejarle hacer el film que él quería y lo que tenía muy claro era que primase el entretenimiento
JAPÓN |
Robert De Niro y Nick Nolte fueron los dos primeros actores que rechazaron el papel de John McClane. John Travolta que por entonces estaba considerado un actor fracasado, fue rechazado por el estudio.
Al Pacino, Burt Reynolds, Richard Gere, Harrison Ford, Mel Gibson, Tom Berenger, Clint Eastwood, Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger y unos cuantos más, también rechazaron protagonizar la película
ARGENTINA |
Elegir a Bruce Willis para dar vida a John McClane fue otro de los grandes aciertos de la producción y eso que en aquel momento el actor estaba encasillado en papeles de comedia. En televisión protagonizaba junto a Cybill Shepherd la exitosa serie “Luz de Luna”(1985-1989) y de su curriculum cinematográfico lo más destacable eran un par de comedias dirigidas por Blake Edwards: “Cita a Ciegas” (Blind Date, 1987) y “Asesinato en Beverly Hills” (Sunset, 1988)
ESPAÑA |
Cuando salieron los primeros trailers de “Jungla de Cristal”, el público pensaba que iba a ser una comedia. Es más, en los primeros carteles norteamericanos de la película, se eliminó el rostro del actor para evitar que los espectadores pensaran que era una peli de cachondeo. Tan solo aparecía el edificio Nakatomi. Tras la respuesta positiva recibida en el estreno, se volvió a añadir el rostro de Bruce Willis en el cartel.
El actor que siempre ha declarado que John McClane es el personaje favorito de todos los que ha interpretado, cobró 5.000.000$ por protagonizar el film. Un buen salario si tenemos en cuenta que por aquel entonces, no era una estrella
NEIL DAVIES |
Un gran héroe necesita de antagonista a un gran villano, y para este cometido, los productores buscaron a un actor que aunque era una estrella teatral y contaba con una amplia carrera televisiva, nunca había participado en una producción cinematográfica.
Alan Rickman estuvo a punto de rechazar el papel de Hans Gruber como había hecho Sam Neill. Rickman acababa de llegar a Hollywood y estaba horrorizado de que su primer papel cinematográfico fuera el villano de una película de acción. En parte, tenía razón pues tras el éxito del film y su magnífica interpretación estuvo cierto tiempo encasillado en papeles de malvado
BRYAN JOHNSON |
La escena en la que Hans Gruber se encuentra por primeravez con John McClane se filmó el primer día de rodaje. Esta escena no fue ensayada, aprovechando que Rickman y Willis no se conocían, los productores y el director decidieron que improvisaran el encuentro para que resultase todo más espontaneo.
Rickman se había lesionado un cartílago de la rodilla y llevaba un aparato ortopédico debajo de los pantalones; hizo toda la secuencia de pie y apoyado sobre la pierna no dañada todo el tiempo
ANDI EWINGTON |
Fue Bruce Willis quien recomendó a Bonnie Bedelia para que hiciera el papel de Holly, su ex pareja en el film. El actor la había visto en “Corazón sobre Ruedas” (Heart Like a Wheel, 1983) y le había encantado su actuación.
El sargento Al Powell iba a interpretarlo Gene Hackman pero por problemas de agenda no lo pudo hacer. El departamento de casting decidió entonces buscar a un actor poco conocido. Reginald VelJohnson le ganó la partida a Wesley Snipes y se hizo con el papel. A VelJohnson todos lo recordaréis por interpretar a Carl Winslow, el vecino de Steve Urkel en la divertida serie de TV: “Cosas de Casa” (Family Matters, 1989-1998)
ALEMANIA |
El reparto principal se completó con Alexander Godunov como Karl, el lugarteniente de Hans Gruber; De’voreaux White como Argyle, el chaval de la limusina y Paul Gleason en el papel de Dwayne T. Robinson.
Durante las dos primeras semanas de rodaje, Bruce Willis trabajaba durante el día rodando la serie “Luz de Luna” y por la noche rodaba en “Jungla de Cristal”, una auténtica locura; así que John McTiernan le pidió al guionista Steven E. de Souza que reforzara los papeles de los personajes secundarios. La idea era hacerle a Willis la jornada laboral más llevadera. Una idea que le vino muy bien al film porque el darles más tiempo en pantalla, ayudó a definir mucho mejor a todos los personajes
LAURENT DURIEUX |
El rodaje se efectuó entre el 2 de noviembre de 1987 y el 4 de marzo de 1988.
El Nakatomi Plaza, el edificio donde se desarrolla toda la acción, era la sede de oficinas de 20th Century Fox. El edificio no estaba terminado y tan solo algunos de los pisos intermedios estaban utilizados por oficinas y despachos administrativos por lo que tenían prácticamente todo el resto de pisos para poder rodar. Aun así, las escenas que incluían disparos tenían que rodarlas después del horario laboral porque los empleados que estaban trabajando, empezaron a quejarse del ruido
TAILANDIA |
El especialista encargado de las armas empleadas en el film, ideó un sistema para trucar las armas con estruendosas balas de fogueo y que además producían destellos extremos en la boca del cañón, lo que hacía los tiroteos mucho más realistas.
En una de estas secuencias, Bruce Willis sufrió graves daños auditivos en su oído izquierdo perdiendo dos tercios de la audición del oído para el resto de su vida, de hecho, el actor ha usado un audífono durante muchos años sin que la mayoría de gente lo supiera
PAUL BUTCHER |
Durante el rodaje Bruce Willis utilizó 17 camisetas interiores en distintos estados de deterioro.
Para las secuencias en las que John McClane tiene que correr descalzo sobre cristales rotos, Bruce Willis llevaba unos zapatos de goma especiales con la forma de sus pies. Si os fijáis, comprobaréis que hay planos en los que los pies de McClane parecen un poquito grandes.
El salto de McClane desde la azotea con una manguera atada a la cintura, lo hizo Bruce Willis y no un doble, se filmó con el actor saltando desde una plataforma de 12 pisos de altura.
Para rodar la caída de Hans Gruber desde lo alto del Nakatomi Plaza, el especialista que supervisaba la escena le dijo a Alan Rickman que contaría hasta 3 y lo soltaría, pero lo soltó cuando dijo 2, cogiéndolo desprevenido y aunque solo era una caída de 6 metros de altura sobre una colchoneta de aire, logró que su cara expresase el miedo que hacía falta
KSGCREATIONS |
Aunque la película no ganó ningún Oscar, obtuvo 4 nominaciones en el apartado técnico en las siguientes categorías: mejor montaje, sonido, efectos sonoros y efectos especiales.
La banda sonora contiene además de conocidos temas navideños, algunas piezas de música clásica. John McTiernan quería incluir “la Oda a la Alegría” de la 9ª sinfonía de Beethoven como tema principal de los supuestos terroristas. El compositor de la partitura original del film, Michael Kamen pensaba que era un “sacrilegio” utilizar la música de Beethoven en una peli de acción, y le dijo a McTiernan: “Haré “picadillo” a Wagner o a Strauss si quieres, pero no me pidas que incluya a Beethoven”. Cuando el director le contestó que “la Oda a la Alegria” había sido el tema de la ultraviolencia en “La Naranja Mecánica”(1971) de Stanley Kubrick, Kamen que era un admirador de Kubrick, aceptó.
Durante la secuencia de la reunión corporativa al principio de la película se escucha una parte del primer movimiento del Concierto de Brandenburgo nº 3 de Juan Sebastián Bach
La película tuvo un pre-estreno en Westwood (California) el 12 de julio de 1988 y ocho días más tarde, el 20 de julio, fue su estreno oficial en Estados Unidos.
El estreno en España fue el 30 de septiembre de ese mismo año.
“Jungla de Cristal” terminó costando 28.000.000$ y fue todo un “pelotazo” en la taquilla que recaudó unos 140.000.000$ en todo el mundo. Este gran éxito comercial originó 4 secuelas y que el resto de estudios se mostrasen muy interesados en copiar la fórmula del film, lo que llenó las carteleras de la siguiente década de producciones en las que un tipo atrapado en un espacio cerrado, luchaba contra terroristas. Véanse “Alerta Máxima” (Under Siege, 1992), “Decisión Crítica” (Executive Decision, 1996) y “Air Force One”(1997) porque son de las más entretenidas del género.
En fin, independientemente de que el film funciona como un minucioso mecanismo de relojería de impecable dirección y ágil montaje, creo que su mejor baza la tiene en la composición que Bruce Willis logra dando vida a John McClane. Un antihéroe a la fuerza, un golfo malhablado que lo único que quiere es reconciliarse con su ex pasando una buena Nochebuena en familia y que todo se le fastidia por culpa de una banda de pistoleros. A diferencia de los héroes encarnados hasta entonces por Stallone y Schwarzenegger que en muchos de sus films terminaban sin un rasguño, John McClane termina hecho migas, aunque hay que reconocer que el fulano es más duro que los huevos cocidos… Yippee-ki-yay, motherfucker!
Hasta la próxima
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