CARTELERÍA
Está basada en el cuento "The Green Rushes" de Maurice Walsh que apareció publicado en el Saturday Evening Post en 1933.
John Ford leyó la historia y compró los derechos por 10 dólares, más tarde cuando Ford pudo hacer la película, el escritor recibió 6.000 $ más en pago por los derechos
En 1944, John Ford ya había ganado 3 Oscar como mejor director y John Wayne y Maureen O'Hara era dos de sus actores fetiche. Los tres habían trabajado juntos con éxito y les unía una curiosa amistad.
Con un apretón de manos (y un par de whiskies también) hicieron la promesa de hacer la película
Fue John Ford el primero en proponer la idea a los productores de Hollywood, que le dijeron que era una "Tonta historia irlandesa que no haría un centavo".
John Wayne tenía contrato con Republic Pictures y le comentó la historia al mandamás de la productora, Herbert J. Yates que le contestó lo mismo, pero que produciría la peli si ellos tres (Ford, O'Hara y Wayne) se comprometían a hacer un western con Republic
John Ford decidió rodar la tercera parte de su "Trilogía de la Caballería", titulada "Río Grande"(1950). De ese modo la Republic ganaba un dinero seguro que paliaría las pérdidas que pensaban que iban a tener con "El Hombre Tranquilo"
Republic Pictures era una productora especializada en serie b y películas de guerra y westerns de bajo presupuesto, así que "El Hombre Tranquilo" era lo más parecido a una superproducción que habían hecho en su vida
Hasta el último momento el productor intentó disuadir a John Wayne de hacer la película diciéndole constantemente que dañaría su carrera, pero el trato estaba hecho y había una promesa que cumplir, así que en el verano de 1951 se fueron a rodar durante seis semanas a Irlanda
El presupuesto de 1.750.000 $ era enorme para una producción de Republic Pictures, aún así, John Ford acordó reducir los costes y consiguió que tanto Wayne como O'Hara trabajaran muy por debajo del caché que tenían en esos momentos. John Wayne cobró 100.000 $ por hacer la película
ITALIA
Para secundar a la pareja protagonista, Ford, arrambló con toda la "troupe" de sus extraordinarios actores secundarios.
Victor McLaglen, Barry Fitzgerald, Ward Bond, Mildred Natwick, Arthur Shields, Jack MacGowran, en fin, la envidia de cualquier director del momento
Era la primera producción de Republic que se filmaba fuera de Estados Unidos. Se jugaban mucha pasta y Herbert J. Yates tardó poco en chocar contra el temible temperamento de John Ford. Discutir con el productor le pasó factura y cayó enfermo durante el rodaje
ESPAÑA
En esos momentos de horas bajas le confesó a John Wayne que por primera vez en su vida, no tenía ni idea de hacia donde debía ir la historia. El actor recordaba que en todos los años que trabajó con Ford, nunca lo había visto tan deprimido y tan dispuesto a admitir sus miedos
Mientras el director estaba enfermo en la cama, Wayne llevó al equipo de la 2ª unidad a Connemara y filmó las escenas de la carrera de caballos; hizo el trabajo tan bien que estas escenas se utilizaron en la película y además causaron en Ford el efecto que el "Duque" esperaba. El director no soportó no ser parte de la acción y al día siguiente, estaba ya 100% operativo
La película está rodada en los condados de Galway y de Mayo (Irlanda) y en los estudios de Republic Pictures (California).
A pesar de su deterioro físico y mental durante la producción, Ford, estaba triste por abandonar Irlanda pero a la vez feliz por culminar su sueño de hacer una película irlandesa allí
Victor Young utilizó melodías tradicionales irlandesas para confeccionar la partitura para la banda sonora de la película. Una de sus canciones "The Island Of Innisfree (cantada en la peli por Maureen O'Hara) fue grabada por Bing Crosby para Decca, consiguiendo uno de sus grandes éxitos.
Por cierto, Bing Crosby estuvo como un loco por hacerse con el papel de John Wayne
El estreno mundial fue en las ciudades de Londres y Dublín el 6 de Junio de 1952. En Nueva York se estrenó el 21 de Agosto de ese mismo año y en Madrid no se vió hasta el 8 de noviembre de 1954.
Pero para que la peli llegase a los cines como la conocemos aún tenía que pasar una prueba que me dispongo a relatar
Cuando John Ford proyectó el corte final a los máximos ejecutivos de Republic, les gustó, pero como duraba 129 minutos le recordaron que la productora tenía como norma no estrenar películas de más de 120 minutos porque el público no podía estar sentado durante más de 2 horas en un cine. Ford se opuso firmemente alegando que ya había cortado todo lo que sobraba y que ya no podía cortar más. Los mandamases pasaron de él y lo enviaron a cortar 9 minutos.
Unos días más tarde, los llamó para proyectarles la película final. Comenzó la proyección y 120 minutos después se pone la pantalla en blanco y se encienden las luces; justo en medio de la pelea a puñetazos entre Wayne y McLaglen. Se hizo un silencio ensordecedor y Ford les dijo ahí tenéis mi película, como habéis podido ver no queda nada por cortar. Ahora estáis locos por ver los nueve minutos que faltan. ¿Creéis que la audiencia se sentirá diferente a vosotros?
La película se quedó con sus 129 minutos de duración
En fin, para algunos ojos modernos "El Hombre Tranquilo" puede resultar algo sexista e incluso brutal en el trato a las mujeres. Salvo en Irlanda, ninguna mujer moderna toleraría ese trato. Por desgracia la triste verdad es que algunas mujeres en Irlanda (y en otras partes del mundo, también) todavía son consideradas propiedad del hombre con quien se casan y de la Iglesia Católica. Ambos esperan que ella tenga muchos hijos y que tenga la cena de su esposo preparada cuando llegue a casa y si no echadle un ojo a alguna de las pelis de Jim Sheridan protagonizadas por Daniel Day-Lewis.
Con "El Hombre Tranquilo", John Ford ganó su 4º Oscar como Mejor Director, cumplió un sueño y nos dio su versión de la "Guerra de Sexos" representada en la vida rural irlandesa desde el punto de vista de un extranjero, de un norteamericano que vuelve a sus raices. Es divertida porque juega con sus estereotipos y es romántica porque atrae a esa parte de nosotros que anhela vivir una vida tranquila lejos de este mundo complejo, por mucho que sepamos que esa vida tranquila tan sólo existe en alguna de esas películas que tanto nos gustan
La semana que viene, más
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