jueves, 22 de febrero de 2024

EL HOMBRE Y EL MONSTRUO (Dr. Jekyll and Mr. Hyde, 1931)

 

CARTELERÍA

 

            Escrita por Robert Louis Stevenson y publicada en 1886, “El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde” es,  sin ningún género de duda, una de las novelas que más veces se ha adaptado al teatro, la televisión y el cine. De todas esas adaptaciones, la crítica cinematográfica siempre ha estado de acuerdo en que la versión de 1931 dirigida por Rouben Mamoulian es la mejor de todas

            Hay que reconocer antes de nada que no es 100% fidedigna al relato literario,  porque al igual que pasaba con “El Doctor Frankenstein”(1931) y con “Drácula”(1931), a la hora de escribir el guion, prefirieron basarse en la versión teatral. Aun así. “El Hombre y el Monstruo” es mucho más fiel a la novela original que las dos películas de “Universal”

            Los guionistas del film, Samuel Hoffenstein y Percy Hearth tomando como referencia la obra de teatro escrita por T.R. Sullivan en 1887,  escribieron un guion tan resolutivo y bien planteado, que sus líneas argumentales han servido de guía a muchas de las versiones audiovisuales posteriores

            La dirección de la película fue asignada a Rouben Mamoulian, un director de origen ruso nacido en 1897 que muy joven emigró a Inglaterra y en 1922, ya dirigía sus primeras obras de teatro en Londres. En 1929 fue contratado por “Paramount” donde empezaría a cimentar una brillante carrera como director

            Cuando afrontó el reto de dirigir la película, tan solo había dirigido dos films: “Aplauso”(1929) y “Las Calles de la Ciudad”(1931). Eran los principios del cine sonoro y el joven director ya había mostrado sus dotes a la hora de innovar y experimentar en el medio cinematográfico

            El primer candidato para interpretar el doble papel de Jekyll y Hide fue John Barrymore. El actor que ya había protagonizado la versión muda en 1920, terminó rechazando la oferta. 

            Adolph Zukor que además de producir la peli era el “mandamás” de la “Paramount” propuso a  Irving Pichel como protagonista, pero Mamoulian lo rechazó porque tenía muy claro desde el principio que quería un actor que pudiera hacer los dos papeles y pensaba que Pichel tan solo sería convincente como Mr. Hyde.

             La siguiente opción fue Phillips Holmes, pero fue rechazado por el caso opuesto, muy creible en el papel de Jekyll pero prácticamente imposible hacerlo pasar por Hyde

            Mamoulian desde un principio quería a Fredric March, un actor que acababa de ser nominado al Oscar por interpretar un personaje inspirado en John Barrymore en “The Royal Family of Broadway”(1930). Zuckor no lo tenía claro, pero terminó aceptando el criterio del director. Todo un acierto porque March bordó una sorprendente interpretación de los dos roles, de hecho, un trabajo magistral por su forma de componer un doble papel donde tanto por su forma de hablar como por la manera de moverse, daba la sensación de que eran dos actores distintos.

            Por este trabajo, Fredric March ganó el Oscar y su actuación fue el espaldarazo que catapultó su carrera hacia el estrellato

            El personaje de la prostituta Ivy Pearson fue para Miriam Hopkins. En un principio rechazó el papel porque prefería interpretar el de la prometida del Dr. Jekyll y cuando Mamoulian le dijo que había muchas actrices que podrían ser elegidas en su lugar, la actriz aceptó el papel.

            Su interpretación es sencillamente brillante, dándole una creíble réplica a todas sus escenas con Hyde. Una actuación natural, sensual y que revela al espectador la angustia y el terror que Hyde dispensa a su personaje.

            Además el código Hays de censura acababa de hacer su aparición y los censores, digamos que estaban en prácticas y no se enteraban mucho del tema y esto lo digo por el erotismo de algunas de sus escenas donde el personaje de Ivi muestra más piel de la que se iba a ver en Hollywood en los treinta años siguientes

            La pareja protagonista estuvo acompañada por Holmes Herbert, extraordinario en su papel del Dr. Lanyon, colega y amigo de Jekyll; Edgar Norton como Poole;  Halliwell Hobbes que interpretó al Brigadier Carew y Rose Hobart como su hija Muriel, la prometida del Dr. Jekyll. Estos dos últimos personajes no aparecen en la novela original de Stevenson, fueron trasladados de la versión teatral de 1887

            Para hacer la película, Mamoulian contó con un holgado presupuesto de 535.000$, una cantidad bastante importante si tenemos en cuenta que apenas habían pasado dos años desde el crack bursátil de 1929. Esto le permitió al director construir la friolera de 35 decorados diferentes, 8 de ellos duplicados,  para poder llevar a cabo los múltiples y elaborados movimientos de cámara con los que nos sorprende en el film

FRANCIA

            El equipo de decoradores estuvo bajo la supervisión del director artístico Hans Dreier, un especialista en la materia que posteriormente sería el responsable de esta faceta, en títulos como: “Tres Lanceros Bengalíes”(1935), “Los Inconquistables”(1947) o “El Crepúsculo de los Dioses” (Sunset Boulevard, 1950) con la que ganó un Oscar.

            Debido a su complicado calendario de rodaje, Robert Lee que en ese momento era el director de “Paramount”, hizo las veces de asistente de dirección y mención especial merece el montaje de William Shea y la asombrosa fotografía de Karl Struss, un tipo que ya había ganado el Oscar con “Amanecer”(1927), la extraordinaria peli de Murnau y que unos años después fotografiaría “El Gran Dictador”(1940), el no menos extraordinario alegato pacifista de Chaplin  

4GOTTENLORE

            La película se rodó entre el 24 de agosto y el 20 de octubre de 1931.

            Wally Westmore elaboró un maquillaje para Hyde bastante simiesco,  grotesco e inquietante que terminó enviando a Fredric March al hospital,  donde estuvo ingresado tres semanas. Gracias a la labor de los médicos, el actor no terminó con el rostro desfigurado de por vida 

FRANCIA

            Una de las secuencias más complicadas de rodar fue la transformación de Jekyll en Mr. Hyde, todo un prodigio de imaginación con un resultado sencillamente espectacular para la época. Una secuencia sin cortes que consiguieron filmar aplicándole a Fredric March maquillaje de varios colores y manipulando una serie de filtros de esos mismos colores frente a la lente de la cámara.

            Los sonidos que acompañan toda esta secuencia, incluían partes de música de Bach y la grabación de un gong reproducida al revés mezclada con el latido palpitante del corazón del propio Mamoulian grabado después de estar subiendo y bajando escaleras a la carrera durante dos minutos

GOSTA ABERG

            La selección de piezas musicales que compone la banda sonora del film está también muy inteligentemente escogida.  La conocidísima  “Tocata y fuga en re menor, BWV 565 de J.S. Bach suena durante los títulos de crédito iniciales. Otro tema de Bach que suena durante el metraje es “A ti invoco, Señor Jesucristo” en fa menor, BWV 639. 

            Cuando el Dr. Jekyll llega a la casa de su prometida por última vez, ella está tocando “Aufschwung” (Elevación) de las “Piezas de Fantasía”, op. 12 de Robert Schumann. “El Beso” de Luigi Arditi se oye tocado por la orquesta durante la escena del baile, y luego, nuevamente de fondo en otra escena.

             La canción que Miriam Hopkins (Ivi) canta en el film, es una auténtica y muy popular canción de music-hall titulada “Champagne Charlie”, en la que sustituyó Charlie por Ivi, el nombre de su personaje

ESPAÑA

           Sobre la dirección de Rouben Mamoulian, solo se puede decir que es un portento de originalidad por la cantidad de recursos innovadores que despliega durante todo el film. 

            La película arranca con un original plano-secuencia de cámara subjetiva donde el personaje (el doctor Jekyll) es sustituido por el propio espectador, que ve únicamente lo que Jekyll ve, y que no descubre el aspecto del personaje hasta que este no se mira en un espejo, como si en él, nos reflejáramos nosotros mismos

SUECIA

            Gracias a un riquísimo lenguaje audiovisual adelantado a su tiempo y utilizando un sinfín de trucos,  Mamoulian mete al espectador en la historia que le va a contar, combinando una innovadora composición de planos, cambios de perspectiva y encuadres con mucha imaginación donde los espejos y las escaleras juegan un importante papel, superposiciones de escenas, pantalla partida para ver la acción en dos sitios distintos a la vez…

             Y por supuesto,  los planos en que los actores miran y hablan directamente a la cámara, curiosamente como en “El Silencio de los Corderos”(1991) con la que “El Hombre y El Monstruo” comparte la peculiaridad de ser las dos únicas pelis de terror en las que el actor principal ganó el Oscar

ARGENTINA

            Todo este alarde de pirotecnia cinematográfica, Mamoulian lo aplica para contarnos las preocupaciones del momento (principio de los años 30) en un film de terror, con bastante sexo y mucha crítica social que consiguió una impresionante taquilla de casi 2.500.000$, lo que impulsó que “Paramount” siguiera realizando nuevas y buenas películas de este género como: “La Isla de las Almas Perdidas”(1932) y “Sobrenatural”(1933).

             Aun así, Mamoulian era un director bastante incómodo para una industria que en ese momento, lo que buscaba era producciones rápidas y menos florituras creativas. La sensibilidad  artística y el genio innovador del director, chocaban drásticamente con el sistema industrial instaurado en los estudios de Hollywood.  Mamoulian era un intelectual en un mundo de obreros

            De ahí que su filmografía no sea tan extensa como a los buenos cinéfilos nos hubiera gustado. No obstante nos dejó películas tan buenas como: “Ámame esta noche”(1932), “La Reina Cristina de Suecia”(1933), “El Signo del Zorro”(1940) o “Sangre y Arena”(1941).

            En 1941, Metro-Goldwyn-Mayer hizo un remake de la película titulado “El Extraño Caso del Dr. Jekyll” protagonizado por Spencer Tracy y dirigido por Victor Fleming que en mi opinión no le llega ni a la altura del tobillo a “El Hombre y El Monstruo”.  Algo parecido debieron de pensar en el todopoderoso “Estudio del León” porque compraron el negativo y los derechos tanto de la versión muda de 1920 como del film de Mamoulian por 1.250.000$ y no contentos con eso, se hicieron con todas las copias posibles que pudieron localizar y las destruyeron. Tanto es así, que durante décadas, se pensó que “El Hombre y El Monstruo” era una más de las películas perdidas

FRANCIA

            Aunque el estreno oficial en Estados Unidos fue el 2 de enero de 1932, la película se proyectó antes en dos premieres: el 24 de diciembre de 1931 en Los Ángeles y el 31 de diciembre de ese mismo año en Nueva York.

            En España no se estrenó.

            “El Hombre y El Monstruo” ostenta el honor de ser la primera película que se proyectó en el primer festival de cine de la historia. El acontecimiento fue en Venecia el 6 de agosto de 1932.

             En fin, producida por “Paramount” para hacerle la competencia a los films de terror de “Universal”, la película es una incuestionable obra maestra del género, muy superior a cualquiera de las pelis de monstruos de la etapa sonora de “Universal”. Un film de hace más de 90 años que gracias sobre todo a su brillante dirección, exhibe un vigor narrativo y una fuerza visual absolutamente vigentes en pleno siglo XXI.

 

 

 

 

                                                      Hasta la próxima