CARTELERÍA
Adaptación cinematográfica de la primera novela del escritor estadounidense Peter Benchley, un autor especializado en obras de ambiente oceánico. Gracias al éxito que obtuvo esta película de Steven Spielberg, varias de sus novelas, terminaron convirtiéndose en películas. Las más conocidas: “Abismo”(1977) de Peter Yates y “La isla”(1980) de Michael Ritchie, pero ninguna de las dos está a la altura del film que vamos a recordar hoy
La novela de Peter Benchley fue descubierta antes de publicarse por la entonces editora de la revista “Cosmopolitan” y esposa del productor David Brown, Helen Gurley.
Casi un año antes de que la novela se publicase en diciembre de 1973, los productores David Brown y su socio Richard D. Zanuck, ya se habían hecho con los derechos de adaptación cinematográfica por la modesta suma de 150.000$ y la promesa a Benchley de que él mismo escribiría el guion del film cuando el proyecto se llevase a cabo
En espera de que las ventas del libro facilitasen el camino a la comercialidad del film, Zanuck y Brown le produjeron el primer largometraje a un precoz genio que, a tenor de los comentarios críticos, había rodado la mejor película hecha hasta entonces para TV, “Duel”(El diablo sobreruedas, 1971)(Ver Cartelería en DICIEMBRE 2019).
El joven genio era Steven Spielberg y ese primer largometraje se tituló “Loca evasión”(1974)
En una de las visitas que Spielberg hizo a la oficina de Zanuck para hablar sobre el montaje de “Loca evasión”, vio varias copias no corregidas de una novela no publicada. Se titulaba “Jaws” (Mandíbulas). No tenía ni idea de lo que se escondía tras ese título ya que lo mismo podía ser la biografía de un dentista como una novela pornográfica
Pidió permiso para llevarse una copia y la leyó aquel mismo fin de semana pensando que las últimas 150 páginas eran inspiradísimas. Inmediatamente sintió deseos de convertir aquel texto en una película, así que al lunes siguiente estaba hablando con Zanuck y Brown para decirles que estaba muy interesado en dirigir el film pero, al parecer, ya estaba reservado para Dick Richards
El jefe de policía Martin Brody (Roy Scheider), Quint un veterano cazador de tiburones (Robert Shaw) y el oceanógrafo Matt Hooper (Richard Dreyfuss). Un trío de actores que resultó muy convincente y aportó mucha química como equipo perseguidor del bicho marino, pero que nada tenía que ver con el reparto inicial pensado por los productores
Fue toda una odisea reclutar al trío protagonista, por un lado estaba el complicado rodaje en el mar; y por otro, que la película a priori no dejaba de ser “una peli de bichos” dirigida por un director novato cuya recién estrenada opera prima “Loca evasión”(1974) era un sonado fracaso comercial.
Nueve días antes del inicio del rodaje, ni Quint, ni Hooper habían sido elegidos; de hecho, el rodaje de “Tiburón” empezó sin el guion acabado, sin el elenco de actores cerrado y sin… tiburón
Pero vamos por partes, el papel del Jefe Brody era el que
más claro tenían los productores. Querían a Charlton Heston y el actor aceptó
hacer la película, pero Spielberg lo vetó por la sencilla razón de que en sus
dos últimas películas “Aeropuerto
Spielberg razonó que si interpretaba al Jefe Brody, la audiencia de “Tiburón” asumiría que el temible escualo no tendría ninguna posibilidad contra el héroe y eso iba en detrimento del suspense y la incertidumbre que el director quería imprimir a su película.
Heston terminó tan disgustado por haber sido rechazado que hizo más de un comentario despectivo sobre Spielberg y prometió que nunca trabajaría con él.
Gene Hackman y Robert Duvall también rechazaron el papel que terminó interpretando magistralmente Roy Scheider
Lee Marvin fue la primera elección de Spielberg para el papel de Quint. El actor le dio las gracias pero respondió que prefería irse a pescar. Tras la negativa de Marvin pensaron en Sterling Hayden, pero “Johnny Guitar” tenía problemas con el fisco norteamericano y no trabajaba en Estados Unidos para evitar que Hacienda se quedara con todo lo que ganaba.
Robert Mitchum tampoco tenía ganas de embarcarse y se fue con Sydney Pollack a hacer “Yakuza”(1974) y el bueno de Oliver Reed, como hizo durante toda su carrera, volvió a rechazar otro extraordinario papel.
Por fin, los productores recomendaron a Robert Shaw al director; acababan de trabajar con Shaw en “El golpe”(1973)(Ver Cartelería en OCTUBRE 2019) y tenían claro que iba a ser una buena elección
Faltaba encontrar al tercer componente de la tripulación, el oceanógrafo Hooper y la primera elección de Spielberg fue Dustin Hoffman pero el actor rechazó la proposición.
Kevin Kline estuvo a punto de conseguir el personaje, pero a última hora no terminó de convencer al director y fue descartado.
Joel Grey, Jeff Bridges, Jon Voight y Timothy Bottoms también fueron considerados para el papel que terminó en manos de Richard Dreyfuss, que fue probado y elegido por sugerencia de George Lucas, otro de los buenos amigos de Spielberg, con el que había trabajado en “American Graffiti”(1973)
El rodaje empezó el 2 de mayo de 1974. En el calendario de filmación se habían previsto 52 días de rodaje, pero este mes y medio inicial terminaron siendo cinco meses de una pesadilla de rodaje que finalizó el 3 de octubre de 1974.
El presupuesto se disparó hasta los 8.000.000$. Spielberg no había contado con las dificultades de rodar en el mar, y la mayor parte de “Tiburón” se rodó en el mar, no en un océano de atrezzo construido en un plató
De las 12 horas diarias de rodaje solo resultaban efectivas 4, y eso los días de buena mar, ya que el resto del horario se empleaba en anclar y estabilizar las naves, luchar contra el oleaje y las corrientes marinas y manipular al tiburón mecánico, estrella absoluta del film y bautizado por Spielberg con el nombre de “Bruce”
Se construyeron tres “Bruces” cada uno con funciones especializadas. Cada tiburón costó 250.000$.
“Bruce” era una inmensa bestia articulada de
Durante su construcción, nunca se probaron en el agua así que cuando llegó el día en que tuvo que entrar en escena, el enorme escualo se hundió directamente al fondo del océano y se necesitó a un equipo de buzos para recuperarlo
Las perspectivas no parecían muy esperanzadoras porque el segundo modelo también terminó en el fondo del mar y, a la vista del metraje rodado con el tercero, se descubrió que “Bruce” era bizco e incapaz de cerrar sus fauces. Sin duda, el agua salada había degradado rápidamente los mecanismos
La solución propuesta por Spielberg pasó por no mostrar al tiburón durante la primera hora y 20 minutos de película, excepto de una forma fragmentada o mediante sombras submarinas. En su lugar, la amenazante presencia la sugerían los movimientos de cámara y una extraordinaria partitura de John Williams con claras resonancias a Stravinsky.
La banda sonora compuesta por Williams y ganadora del Oscar es de las que no tiene desperdicio. Genial
Las dificultades se fueron sucediendo hasta los últimos días de filmación. Mientras rodaban el ataque de “Bruce” a la barcaza “Orca”, uno de los golpes hundió realmente la barca junto a todo el equipo de filmación, cámaras y película ya rodada. La veloz intervención de los equipos de salvamento permitió que los negativos correspondientes a la escena rodada se pudieran recuperar y de hecho, fueron incluidos en el montaje final de la película
En España la película se proyectó en septiembre de 1975 en el Festival de Cine de San Sebastián y el 19 de diciembre de ese mismo año se estrenó en todo el país.
En Estados Unidos se había estrenado el 20 de junio de 1975.
El impacto popular fue inmediato y con múltiples consecuencias. Dadas las fechas del estreno, previas al verano, en Estados Unidos fueron innumerables las reservas en zonas costeras que se vieron canceladas por el temor que la película de Spielberg consiguió inculcar entre el público. Lo que no impidió que ese mismo público abarrotase las salas de proyección y colocase el film a la cabeza de los de mayor recaudación de la historia, lugar de privilegio en el que permaneció durante dos años para dejar paso a “La guerra de las galaxias”(1977)(Ver Cartelería en MARZO 2021)
En fin, con “Tiburón” se puede decir que Spielberg inventó el “taquillazo del verano” y además añadió un nuevo monstruo a la galería de criaturas terroríficas del los estudios Universal en un film que impulsó tanto las carreras de sus tres protagonistas como la suya propia.
Creó una franquicia, o mejor dicho un género, porque son incontables las películas que desde entonces se han hecho con tiburones comiendo gente. Ninguna de estas películas está a la altura del film de Spielberg; un director que tras el fracaso de su primera peli consiguió, gracias a un tiburón, encumbrarse al “Olimpo” de los grandes directores, lugar donde ha permanecido desde entonces inamovible, gracias a una larga lista de películas inolvidables.
Hasta la próxima película
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