miércoles, 14 de junio de 2023

LA PROFECÍA (The Omen, 1976)

 

CARTELERÍA

 

            A finales de los años 60, Roman Polansky estrenó “La Semilla del Diablo” (Rosemary’s Baby, 1968), un film que cambió la pauta dentro del Cine de Terror y que fue el precursor de un subgénero de temática demoníaca, que se iba a desarrollar en la siguiente década y  cuyos máximos exponentes podemos decir que son: “El Exorcista” (1973) de William Friedklin y “La Profecía” de Richard Donner

            El origen de “La Profecía” lo encontramos en el año 1973, en una conversación que mantuvo el productor Harvey Bernhard con Robert Munger, un ejecutivo de publicidad que en sus ratos libres ejercía como consultor en materia religiosa dentro del mundillo cinematográfico.

            La idea propuesta por Munger especulaba sobre la posibilidad de que el Anticristo habitase en la Tierra, caminase entre nosotros con la forma de un niño y por supuesto, con el desconocimiento del resto de mortales

            Bernhard pensó que podía ser una buena idea para una peli y escribió un borrador de diez páginas que se convertiría en el embrión del argumento para el film y se puso manos a la obra a buscar un guionista que diera forma al proyecto. Una tarea que se iba a tornar algo dificultosa si tenemos en cuenta que las características del tema a tratar, no parecían a priori, demasiado estimulantes para un escritor

            David Seltzer cuyo mayor logro hasta la fecha había sido guionizar el premiado documental de Walon Green, “Los Herederos de la Tierra” (The Hellstrom Chronicle, 1971) se comprometió a hacerse cargo del trabajo.

            Seltzer aceptó el encargo únicamente porque pasaba por una lamentable situación económica. De hecho, asumió el encargo con tan pocas ganas que tardó casi un año en entregar el guion terminado. Además, ambientó la película en Londres porque le apetecía viajar a Inglaterra y debido a su estado ruinoso no podía permitirse el viaje.

            Eso sí, hay que reconocer que finalmente, presentó un memorable trabajo

            Con el libreto en su mano, Harvey Bernhard que era un productor independiente, intentó colocarlo en uno de los grandes estudios. En un principio, “20th Century Fox” no mostró ningún interés en el proyecto y Bernhard, se lo ofreció a “Warner Bros.” pero el estudio tampoco estuvo interesado porque estaba preparando “El Exorcista II: El Hereje” (1977)

DINAMARCA

            Bernhard no se dio por vencido y volvió a “La Fox” a reunirse con Alan Ladd Jr., el máximo responsable de los estudios y consiguió que este diera el visto bueno al proyecto.

            El primer candidato para dirigir el film fue Mike Hodges, pero declinó la oferta. Fue cosa de Alan Ladd Jr. asignar la dirección de la peli a Richard Donner que por aquel entonces era prácticamente un novato en la realización de producciones cinematográficas, pero que sin embargo, tenía una amplia experiencia en el mundo de la televisión 

POLONIA

            Donner aceptó el trabajo y tras leer el guion, tan solo planteó al guionista el eliminar cualquier tipo de referencia explícita a lo sobrenatural  y a las fuerzas demoníacas, teniendo claro que todo lo que se mostrara en la película, pudiera tener una lógica explicación

RUSIA

            El film contó con un modesto presupuesto de 2.800.000$, y digo modesto porque “La Warner” que en ese momento estaba rodando la 2ª parte de “El Exorcista” le había asignado a su director John Boorman, un presupuesto de 14.000.000$.

            Hay que reconocer que Richard Donner demostró una delicadeza y un refinado gusto a la hora de filmar la peli, gestionando maravillosamente el escaso presupuesto con el que contaba

ITALIA

            En el mes de julio de 1975, se empezó a confeccionar el casting del film. La primera opción para interpretar el papel del embajador Robert Thorn fue Charlton Heston, pero el actor no tenía ningún interés en pasarse un invierno solo en Europa y prefirió irse a hacer “La Batalla de Midway” (1976). 

             Roy Scheider que acababa de alcanzar un gran éxito luchando contra el bicho de “Tiburón” (Jaws, 1975) también rechazó el papel. William Holden y Dick Van Dyke tampoco aceptaron la oferta. 

            Sorprendentemente, Gregory Peck aceptó encabezar el reparto de la película

            Y digo que fue toda una sorpresa porque Mr. Peck llevaba casi dos años sin hacer una peli, es más, apenas un año antes había anunciado que estaba pensando en retirarse y por si todo esto no fuera poco, acababa de enterrar a uno de sus hijos que se había suicidado y tras esta desgracia, no parecía que el personaje que tenía que interpretar fuera el más indicado

ESPAÑA

            Pero el actor se lo tomó como un reto para poder superar su drama personal y se involucró enteramente en el proyecto. Tanto es así, que sabiendo del limitado presupuesto con el que contaba Donner, aceptó rebajarse su caché habitual a solo 250.000$, el mismo que tenía 20 años antes cuando protagonizó “El Millonario” (The Million Pound Note, 1954) de Ronald Neame, más un diez por ciento de la recaudación de la peli. Está confianza le valió para que este trabajo se convirtiera en el mejor pagado de toda su carrera porque la película fue un rotundo éxito y nada más que con la taquilla que hizo en Estados Unidos, Peck se embolsó 6.000.000$

JIDÉ

            Una vez metido Gregory Peck en la producción, se terminaron los problemas para completar el reparto y hay que decir que la perfecta elección del resto de actores, fue otra de las claves del extraordinario resultado final del film.

            Lee Remick, excelente actriz que había sorprendido a todo el mundo por su memorable interpretación en “Días de Vino y Rosas” (1962), interpreta en la película a Katherine Thorn, la esposa del embajador

TURQUÍA

          David Warner, uno de esos secundarios de lujo y habitual en el cine de Sam Peckinpah en películas como “Perros de Paja” (1971), es Jennings, un fotógrafo que ayuda al protagonista a investigar los extraños sucesos.

          El veterano Patrick Troughton, fue uno de los pocos actores de formación clásica que habían trabajado con Laurence Olivier en sus producciones shakespirianas de “Hamlet” (1948) y “Ricardo III” (1955), en “La Profecía” asumió el rol del Padre Brennan, un sacerdote que avisa al protagonista de la que le viene encima. Al actor lo recordamos sobre todo por encarnar al 2º Doctor en la mítica serie “Doctor Who” (1963-1989), un papel que interpretó en 132 episodios

PLAKIAT

            Mención especial para Billie Whitelaw en su papel de la Sra. Baylock que es sin duda, el personaje más inquietante del film, una niñera que da escalofríos. Un personaje que estuvo a punto de desaparecer de la película porque de algún modo acababa con la ambigüedad y el suspense que Donner quería mantener durante todo el metraje, pero que gracias al extraordinario trabajo de la actriz, fue imposible descartarlo de la producción porque esta se hubiera visto considerablemente mermada

HUNGRÍA

            La elección del niño que tenía que interpretar a Damien, fue uno de los procesos más complicados a la hora de completar el casting. Se hicieron pruebas a centenares de niños sin que ninguno fuera del agrado del director. La cosa se puso tan peliaguda que hasta se plantearon sustituirlo por una niña, pero a última hora, apareció Harvey Stephens y Donner le hizo la misma prueba que al resto de candidatos. Le pidió que se acercara a él y lo atacara, el niño se abalanzó hacia él dándole patadas, arañándolo y lanzándole puñetazos a sus partes y Donner en seguida se dio cuenta de que el papel sería para él 

JAPÓN

            El rodaje se realizó entre el 12 de octubre de 1975 y el 2 de enero de 1976.

            Una vez comenzado el rodaje, son innumerables los accidentes y toda la leyenda negra acumulada durante la filmación a modo de maldición siniestra, pero me niego a comentarlos porque muy pocos de esos sucesos se han demostrado como verídicos y personalmente creo que más bien se divulgaron por obra y gracia del departamento de publicidad del film.

            Eso si, como no podía ser de otro modo, el Vaticano se opuso rotundamente a la realización de la película, alegando que se hacía únicamente “con fines absolutamente consumistas y lucrativos”. Sin comentarios

ROBERT ARMSTRONG

            Richard Donner convenció a Gilbert Taylor para que saliera de su retiro y se hiciera cargo de la filmación de la peli. Taylor animó a Richard Donner a rodar la peli en “Panavision”. Era un veterano y fenomenal director de fotografía que al año siguiente filmó la innovadora “La Guerra de las Galaxias” (1977) de George Lucas.

            En la escena del zoológico, para hacer que los babuinos atacaran el automóvil, un funcionario del zoo cogió una cría y se metió en el asiento trasero del vehículo, pero los animales no respondieron y siguieron a sus cosas. Entonces se les ocurrió coger al macho alpha de la manada, meterlo en una jaula y ponerlo en el asiento trasero del coche. Los babuinos afuera, se volvieron locos. El terror de Lee Remick durante la escena era real y la amenazadora reacción de los animales también, el resultado de la secuencia, sensacional

MARK WELSER

            Tenían el film terminado y había que buscar  a un compositor que estuviese a la altura. Richard Donner y Harvey Bernhard habían asistido a un concierto de Jerry Goldsmith en el “Hollywood Bowl” de Los Ángeles y estaban convencidos que ese era el músico que necesitaban, pero la cuestión es que no quedaba dinero para contratarlo. Se reunieron con Alan Ladd Jr. y le pidieron 25.000$ para contratar a Goldsmith.

            Fue otro gran acierto, porque compuso una excelente banda sonora que transmite de forma magistral las distintas sensaciones del film. Una satánica partitura que desde los títulos de crédito iniciales, con su inolvidable tema principal “Ave Satani”,  golpea el interior del espectador para que las escenas más terroríficas, logren plenamente sus objetivos. 

            Goldsmith compuso una obra maestra del género y la Academia lo premió con el único Oscar que tuvo el film y el único también de toda su brillante carrera

            El 6 de junio de 1976 (6-6-6) y como parte de la campaña publicitaria que también se ocupó de resaltar los tres seises como “el signo de Satán”, se hizo un pre-estreno en numerosas ciudades de Estados Unidos, pero el estreno oficial fue el 25 de junio de ese mismo año.

             En España se vio por primera vez en el Festival de Cine de San Sebastián, el 20 de septiembre de 1976 y se estrenó oficialmente el 8 de noviembre de ese mismo año.

             La película obtuvo tal éxito en la taquilla que originó: 2 secuelas cinematográficas, otra más televisiva y un remake de la peli original estrenado en 2006. Ninguna se acerca al nivel del film de Donner.

            En fin, Richard Donner realizó una extraordinaria película como si fuera un experto veterano.  El film es pura narración. Cine directo y sin rodeos, con una estructura tan diáfana que no deja lugar para la especulación. Además  consigue dosificar meticulosamente los hechos narrados en el guion para mantener la atención del espectador durante todo el metraje. Y por último quiero resaltar la soberbia elegancia mostrada a la hora de filmar las escenas más violentas de la película. Tenemos entre otras cosas un ahorcamiento, un empalamiento y la que sin duda es, la mejor y más original decapitación de la Historia del Cine (filmada con cinco cámaras logró una secuencia que además es toda una "masterclass" de montaje cinematográfico, cortesía de Stuart Baird) y todas estas secuencias están rodadas con un ahorro de hemoglobina encomiable.

            Lo dicho, mucha clase a la hora de hacer una peli

 

 

 

 


                                                  Hasta la próxima







 


 





 




 





 


 


 
 


  


 




 


 


 


 




 




 


 




 


 

 




 


 




 


No hay comentarios:

Publicar un comentario