CARTELERÍA
En 1960 se publicó "Matar un Ruiseñor", una novela de la escritora estadounidense Harper Lee que tardó dos años y medio en escribirla y de la que pensaba vender mil ejemplares pero que dos años después superaba los 9 millones de ejemplares vendidos y que a día de hoy ha vendido más de 40 millones
Aunque no es una novela autobiográfica, si que tiene muchas similitudes con la infancia de la escritora que al igual que Scout (la niña protagonista de la novela) era hija de un abogado; tenía un hermano algo mayor que ella; un amigo de casi su misma edad llamado Truman Capote y que en una pequeña localidad de Alabama llamada Monroeville, aprendía a vivir
A pesar de que la novela ganó el Premio Pulitzer, los estudios cinematográficos no tenían muy claro lo de hacerse con los derechos de la novela para hacer la película, ya que la historia carecía de acción y romance. Sin embargo, el productor Alan J. Pakula y su socio por aquel entonces, el director Robert Mulligan pensaron que podían hacer un peliculón con ella
La primera opción de Pakula-Mulligan para interpretar a Atticus Finch fue Spencer Tracy, pero la agenda del actor estaba al completo y no pudo aceptar el papel. Luego se lo ofrecieron a James Stewart pero el guión le pareció demasiado liberal y temía que la peli pudiera crear polémica. A todo esto Rock Hudson que en ese momento era la estrella number one de Universal no paraba de presionar para conseguir el papel
ESPAÑA
Al final, le ofrecieron el papel a Gregory Peck y la verdad es que acertaron plenamente con su elección. Lo primero que hizo fue leer la novela y a continuación viajar a Monroeville para conocer al padre de la autora, el abogado y legislador del estado de Alabama, Amasa Coleman Lee, cuya defensa en 1923 de un cliente negro inspiró el juicio que aparece en la novela
De todos los personajes que interpretó Gregory Peck, Atticus Finch fue su favorito. Además de ganar el único Oscar como actor de su carrera, el American Film Institute nombró no hace mucho a Atticus Finch como el héroe número uno de todos los tiempos, una elección que se consideró muy inteligente en una época en la que los héroes cinematográficos normalmente empuñan armas o son superhombres repartidores de "castañas"
Horton Foote inicialmente se mostró reacio a adaptar la novela a un guión, ya que pensaba que no podría hacerle justicia. La verdad es que hizo un gran trabajo porque fue fiel a la novela y consiguió que la trama del film no decayese en ningún momento y se llevó el Oscar al mejor guión adaptado de ese año
Scout Finch (Mary Badham), su hermano Jem (Phillip Alford) y Dill Harris (John Megna) son los otros protagonistas de la función. En pocas películas podremos ver a unos niños actuar de una forma tan natural y espontanea. "Matar un Ruiseñor" no es la primera peli que explora las experiencias de los niños y su propio crecimiento personal pero sí que destaca por ser la primera que lo hace de una forma tan honesta
Y es que uno de los mensajes que nos transmite la película es que los seres humanos no nacemos racistas. El racismo se aprende. Atticus enseña a sus hijos los valores que él mismo aplica en una sociedad racista en el sur de Estados Unidos. Les enseña a respetar a sus semejantes sin importar el color de la piel, a defender a los débiles y a los discriminados. Es sin duda una de las mejores y más conmovedoras películas jamás realizadas. Un alegato contra las injusticias
A pesar de los elogios que tuvieron Mary Badham (Scout) y Phillip Alford (Jem) por sus interpretaciones en su debut cinematográfico, intervinieron después en muy pocas películas. Y eso que Mary se convirtió con esta peli en la actriz más joven en recibir una nominación al Oscar (tenía 9 años cuando rodó el film). A Phillip lo podemos ver en la mejor peli de Andrew V. McLaglen, "El Valle de la Violencia"(1965). El otro niño, John Megna, si que hizo carrera de actor, aunque se dedicó casi exclusivamente a series de TV. Su personaje, Dill Harris, es el que está basado en Truman Capote cuando era niño
Tras presentarnos a los personajes en la primera parte de la película, el director nos sumerge en la jungla de la sala del tribunal donde nuestro héroe va a darlo todo para defender a un hombre pobre y de raza negra, acusado injustamente de un crimen.
ALEMANIA
Brock Peters encarnó a Tom Robinson, el hombre negro acusado de violar a una mujer blanca. James Earl Jones también tuvo opciones para hacerse con el papel.
Robert Duvall debutó con esta película en un papel sin diálogos pero muy interesante. Interpreta al enigmático Arthur "Boo" Radley y para lograr su caracterización permaneció alejado del sol durante seis semanas y se tiñó el pelo de rubio.
Ellos son los "ruiseñores"... los desvalidos, los diferentes
FRANCIA
La sala del tribunal es una recreación del interior del Palacio de Justicia de Monroeville (Alabama) hecha en uno de los estudios de la Universal y la ciudad ficticia de Maycomb, al sur de Alabama como cuenta la novela, también fue construida en unos terrenos de la Universal antes del rodaje por el módico precio de 225.000 $. El conjunto contenía más de 30 edificios
Gracias a estos decorados, Alexander Golitzen, Henry Bumstead y Oliver Emert consiguieron el tercer Oscar para la película. Lograron recrear un tranquilo pueblo sureño en la década de los años 30.
ITALIA
El estreno mundial fue en el Reino Unido el 20 de Diciembre de 1962, en Estados Unidos se estreno el día 25 del mismo mes y año y en España la pudimos ver el 16 de Abril de !964.
Tuvo un presupuesto de 2.000.000 de dólares y se rodó en Mayo de 1962
En fin, la película que a Walt Disney le hubiera gustado hacer es una de las primeras que trata de manera abierta y directa el tema de la discriminación y la intolerancia racial.
Una película que tuvieron el valor de hacer en 1962 cuando el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos estaba en pleno apogeo, con un Atticus Finch memorable que además de ser un abogado íntegro, es un padre que educa a sus hijos mostrándoles como tienen que luchar contra los prejuicios y las miserias de la vida en un pueblo de intransigentes de la América profunda de los años 30.
Esta es otra de las películas que tendría que ser de obligado visionado en los institutos porque los racistas no nacen, se hacen y los valores que muestra el film no caducan.
Porque matar un ruiseñor es matar la inocencia
"Recordad que matar un ruiseñor es pecado. Los ruiseñores sólo se dedican a cantar para alegrarnos. No estropean los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen más que derramar su corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar un ruiseñor"
A. F.
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