miércoles, 17 de marzo de 2021

EL TERCER HOMBRE (The third man, 1949)

 

CARTELERÍA


          Si la semana pasada recordábamos una de las mejores películas de Martin Scorsese, esta semana vamos a hablar de uno de sus films favoritos

                           REINO UNIDO

              Este clásico británico fue su elección para presentar su tesis de fin de carrera.

              Un film de espionaje y uno de los thrillers más inspirados y atractivos de la historia del cine

             EE.UU.

              Todo empezó una noche de 1948. Alexander Korda, el impetuoso zar del cine inglés, había invitado a cenar a su escritor favorito, Graham Greene, con la intención de convencerlo para que escribiera una nueva película para el director Carol Reed

                FRANCIA

              Ese mismo año, los tres habían conseguido un enorme éxito con “El ídolo caído”(1948) y Korda, como buen productor que era, tenía mucho interés en repetir la jugada

            SUECIA

            Su idea era que la historia tratara sobre la Europa de la posguerra a través de la situación de Viena,  ciudad ocupada por las cuatro potencias victoriosas de la 2ª Guerra Mundial

         ITALIA

              Así que mandó al escritor a Viena para inspirarse. Allí Greene estuvo un mes y medio dando forma a un relato que ambientó en lugares muy conocidos 

                 ALEMANIA

            Se sintió particularmente fascinado por el mercado negro que existía, de ahí tomó la idea de la penicilina adulterada. El descubrimiento de que Viena poseía una red subterranea de cloacas tan extensa como la ciudad, era algo que no iba a desaprovechar para su historia y por supuesto, incluiría también la emblemática noria del Prater

                    DINAMARCA

             La redacción del argumento continuó  durante meses. Un periodo de tiempo en el que Greene y el director Carol Reed trabajaban en estrecha colaboración

                      ESPAÑA (MAC)

           Korda hizo llegar las sucesivas versiones del guion a su socio americano David O. Selznick que incapaz de repetir el éxito conseguido por “Lo que el viento se llevó”(1939) (Ver Cartelería en MAYO 2019) había decidido abandonar la producción propia e invertir en producciones europeas. Entre otras cosas para sacarle partido a los efectivos que le quedaban, principalmente, a los actores que tenía aún bajo contrato

          MÉXICO

           Selznick hizo así valer su influencia (y su experiencia) y se puso manos a la obra en busca de un reparto que fuera atractivo tanto para el público europeo como para el norteamericano 

         EE.UU.

            El papel protagonista femenino se lo asignó a Alida Valli con la que acababa de rodar “El proceso Paradine”(1947).

            Tanto a Carol Reed como a Alexander Korda les pareció perfecta la elección

                   AUSTRALIA

            En un principio, Selznick propuso a Cary Grant para interpretar el papel de Holly Martins y a Nöel Coward como Harry Lime siguiendo la idea original del escritor de que fueran británicos, pero luego pensó en el mercado norteamericano y propuso a James Stewart como Martins y a Robert Mitchum en el rol de Harry Lime

         JAPÓN

           Sin embargo, para evitar lo caro de pedir prestadas estrellas a otros estudios le dio el papel protagonista a Joseph Cotten, actor que tenía bajo contrato y con el que había obtenido un gran éxito ese mismo año con una extraordinaria película de William Dieterle titulada “Jennie”(1948)

                 PORTUGAL

            Robert Mitchum no estaba disponible para hacer de Harry Lime. El actor estaba en la cárcel cumpliendo condena por posesión de marihuana. 

            Carol Reed tenía muy claro desde un principio el actor que deseaba para interpretar el personaje clave de Harry Lime: Orson Welles

                 ARGENTINA

            Localizar a Welles no era empresa fácil. Exiliado en Europa tras el fracaso en Hollywood de “La dama de Shangai”(1947), el actor vagaba por Italia cargado de deudas y perseguido por los acreedores.

            Sin dinero y sin crédito no tenía otro remedio que aceptar el papel

               ALEMANIA

            En la película, trabajó tan solo una semana y en pantalla aparece unos cinco minutos , más o menos. Se negó a filmar en las alcantarillas de Viena y sus primeros planos se tuvieron que rodar en los estudios de Londres mientras que un doble de cuerpo se utilizaba para los planos generales. Es mentira que él rodara partes de la peli y lo que parece ser que si es una aportación suya es la perorata que le suelta a Joseph Cotten sobre Italia, Suiza y los relojes de cuco en la escena de la noria del Prater.

            Pues bien, gracias a su participación en la peli, Orson Welles retornó al candelero cinematográfico


               BÉLGICA

          El rodaje en Viena duró desde el 22 de octubre de 1948 a primeros de enero de 1949. Entre enero y marzo de ese año se filmó en los estudios londinenses

         RUSIA

           En mayo de 1949, la película se presentó en el Festival de Cannes donde obtuvo la “Palma de Oro”.

         
 El 1 de septiembre se estrenó en el Reino Unido y a España llegó el 8 de abril de 1950

                        ESPAÑA (MAC)

              En fin, independientemente de las extraordinarias interpretaciones de un reparto completado con Trevor Howard, Bernard Lee, etc… creo que hay dos cosas que marcan las señas de identidad de esta película:
              La música del hasta entonces desconocido citarista Anton Karas, autor que a partir del éxito del film se convirtió en una celebridad. Inolvidable su tema de Harry Lime.
              Por otro lado, la soberbia dirección de Carol Reed. “El tercer hombre” rubricó la reputación del director como un cineasta de primera categoría. En su película, todo aparece distorsionado pero sin dejar de tener una puesta en escena muy realista. La utilización de los planos holandeses (planos oblicuos) llenos de ángulos torcidos al igual que esas sombras alargadas rinden un constante homenaje a los grandes maestros del cine alemán, de Murnau a Lang.

              Un gran director que nos demostró su pericia en el blanco y negro y que posteriormente nos sorprendería en color con inolvidables películas como “Trapecio”(1956), “El tormento y el éxtasis”(1965) o el musical “Oliver!”(1968) con el que ganó el único Oscar de su brillante carrera.






                                                Hasta la semana que viene











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