miércoles, 1 de septiembre de 2021

CARROS DE FUEGO (Chariots of fire, 1981)

 

CARTELERÍA


            En 1936, Leni Riefenstahl la cineasta más representativa del nazismo filmó “Olimpiada” (Fest der Völker und fest der Schönheit, 1936) y desde entonces cada edición de los Juegos Olímpicos ha contado con su documental oficial que refleja los actos más relevantes de cada uno de estos acontecimientos deportivos

            Al margen del gran material documental rodado, las Olimpiadas han generado numerosas películas históricas y de ficción creando, por así decirlo, un género cinematográfico más.

            “Carros de fuego” es sin duda una de las películas que con mayor acierto ha sabido plasmar en la pantalla ese gran evento deportivo mundial

            La acción de la película está ambientada en la Olimpiada de París en 1924 y como es una producción británica, el film nos narra el triunfo de dos atletas británicos ante las estrellas del atletismo del momento

            La peculiar personalidad de estos dos deportistas (un severo pastor protestante y un judío deseoso de superar su marginación), realzaba de manera especial su hazaña

                BÉLGICA

            En 1979, el productor inglés David Puttman llegó a Los Ángeles dispuesto a permanecer allí una larga temporada. El enorme éxito obtenido por su última producción “El expreso de medianoche”(1978) de Alan Parker, le había proporcionado la posibilidad de producir una película norteamericana.

            Alquiló un apartamento en la ciudad y la primera noche que pasó en él, se encontró con que no se había provisto de lectura para pasar la velada

         ITALIA

            En el cajón de un armario encontró un libro que se puso a leer a falta de nada mejor. Se trataba de una historia de los Juegos Olímpicos, escrita en un tono desapasionado y puramente informativo. Le llamó la atención el relato de la Olimpiada de París de 1924, e intuyó que tras los fríos datos que el libro proporcionaba se hallaban unos personajes y una historia con amplias posibilidades

                      REINO UNIDO

            En los días siguientes y mientras trabajaba en la producción de “Zorras”(1980) de Adrian Lyne, Puttman buscó más información sobre la vida de esos dos atletas, Harold Abrahams y Eric Liddell, dándose cuenta que ambos tenían un tratamiento bastante extenso en los libros sobre la historia del deporte británico, lo que hizo que se convenciese que tenía entre manos una buena historia para hacer una peli con muchas posibilidades de éxito. Fue entonces cuando llamó a su buen amigo Colin Welland y le encargó un primer borrador del guion

            Welland publicó anuncios en los periódicos de Londres en busca de recuerdos de los Juegos Olímpicos de 1924. Muchos de los atletas participantes aun vivían. El guionista se entrevistó con todas las personas que habían conocido directamente los hechos y tras una ardua labor de documentación el guion definitivo estuvo listo a mediados de 1980. Llevaba por título “Corredores” ,  fue el mejor título que se le ocurrió

            ESPAÑA

            Unos días después viendo un programa de música religiosa en la BBC, sonó el himno “Jerusalem”, cuya letra es de un poema de William Blake escrito en 1808 y titulado “And did those feet in ancient time” donde aparece el verso que inspiró el título final del film “Bring me my chariot of fire/Tráeme mi carro de fuego”. Cuando el guionista lo escuchó, sabía que había dado con el título que andaba buscando.

            “Jerusalem” es el himno que se canta en la iglesia al principio y al final de la película

                       REINO UNIDO

            David Puttman era un productor al que le gustaba confiar en directores noveles, ofreciéndoles la oportunidad de realizar su primera película.

            Directores tan prestigiosos como Ridley Scott y Alan Parker le deben los inicios de sus carreras.

            En “Carros de fuego” volvió a confiar en un novel

               ALEMANIA

            Hugh Hudson era un viejo conocido de Puttman, y aunque no había dirigido ningún largometraje, tenía una amplia experiencia como realizador publicitario habiendo rodado más de 1.500 spots. También había realizado numerosos cortometrajes y un documental sobre el automovilista argentino Juan Manuel Fangio. Puttman corrió un riesgo, pero la elección se reveló como sumamente acertada.

            Hoy en día, Hugh Hudson es uno de los directores más considerados de la industria cinematográfica, autor de títulos tan ambiciosos como “Greystoke: la leyenda de Tarzán”(1984), “Revolución”(1985) o “Altamira”(2016) su último film hasta la fecha

           JAPÓN

            Para la fotografía, apostaron sobre seguro con un prestigioso y veterano profesional. David Watkin ya había aportado estupendas fotografías a películas como “Help!”(1965) la peli de “The Beatles” dirigida por Richard Lester, “La última carga”(1968) de Tony Richardson, “Trampa 22” de Mike Nichols o “Los diablos”(1971) de Ken Russell

          COREA

            Para encarnar a los dos atletas protagonistas, Harold Abrahams y Eric Liddell eligieron a Ben Cross y a Ian Charleson que por aquel entonces eran dos auténticos desconocidos, eso si, arropados por un extraordinario plantel de prestigiosos y veteranos profesionales de la escena británica como Patrick Maggee, Nigel Davenport, John Gielgud y Ian Holm que por su interpretación obtuvo una nominación al Oscar.

            Además fue el debut cinematográfico de Nicholas Farrell y de Kenneth Branagh, este último sin acreditar

          COREA

            La banda sonora del film es obra del compositor griego Vangelis Papathanassiou.

            Vangelis compuso una partitura que además de ganar el Oscar, ha quedado asociada en el subconsciente de los cinéfilos  a un grupo de atletas corriendo por una playa desierta.

            Una música que en su momento hizo historia y dio a su autor el espaldarazo necesario para entrar en la primera división de compositores cinematográficos.

            Tras “Carros de fuego”, Vangelis nos ha dejado inolvidables partituras en películas como “Blade Runner”(1982)(Ver Cartelería en ABRIL 2021) o “1492: la conquista del paraíso”(1992)

             MÉXICO

            El film tuvo un presupuesto final de 5.500.000$.

            El rodaje se realizó entre el 15 de abril y el 21 de junio de 1980 y las labores de montaje y postproducción no terminaron hasta febrero de 1981.

            El estreno mundial fue en Londres a finales de marzo de ese mismo año. El 25 de septiembre se estrenó en Estados Unidos, prueba siempre difícil para una producción europea. La película no solo obtuvo un clamoroso éxito comercial, sino que ganó el Oscar a la mejor película. Desde “Oliver!”(1968), de Carol Reed, ninguna producción británica había conseguido ese galardón.

            En España se estrenó el 21 de diciembre de 1981

            TURQUÍA

            La peli de Hugh Hudson se inscribe en un género de cine cuyo motor es el olimpismo y en el que, a modo de curiosidad, podemos incluir un montón de películas ambientadas o inspiradas en las distintas Olimpiadas. Así ATENAS-1896, inspiró “Sucedió en Atenas”(1962) de Andrew Marton; ROMA-1960 fue el escenario de “La prueba del valor”(1970) de Michael Winner; TOKIO-1964 era el trasfondo de “Apartamento para tres”(1966) de Charles Walters; MÉXICO-1968 daba pie a “El mejor del mundo”(1970) de Julio Coll; los dramáticos acontecimientos de MUNICH-1972 fueron reconstruidos en “21 horas en Munich”(1976) de William A. Graham; MONTREAL-1976 era el contrapunto de “Running”(1979) de Steven Hilliard Stern …

            REINO UNIDO

            Además de los dos Oscar mencionados a la mejor película y a la mejor banda sonora, Colin Welland ganó el Oscar al mejor guion original y Milena Canonero al mejor diseño de vestuario.

            En fin, 1980 había sido el año de la Olimpiada de Moscú. La burocratización de los juegos y su extrema politización ponían en peligro su propia continuidad. En este contexto desesperanzador, la irrupción de un film como “Carros de fuego” supuso una llamada de atención y un recordatorio de los ideales que inspiraron originalmente el olimpismo.

            Hugh Hudson, el director del film, escribió en el momento del estreno:

“Antes de que el olimpismo fuera el deplorable espectáculo de Montreal y Moscú, incluso antes de que personajes como Hitler utilizaran cínicamente el espíritu olímpico para sus inconfesables fines, hubo una época en la que los jóvenes se reunían bajo los cinco aros y la antorcha por voluntad propia. Estaban animados por su propio impulso, inspirados por sus sueños, tratando solo de probarse a sí mismos, por su propia superación, para llegar a ser los más rápidos, los más fuertes, los más hábiles. En esta categoría de hombres estaban incluidos Eric Liddell y Harold Abrahams”.

            El éxito del film fue fulminante,  siendo aclamado mundialmente tanto por su efectiva producción y puesta en escena como por el insólito y generoso mensaje que proponía. 









                                                Hasta la peli que viene







 

















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