miércoles, 7 de abril de 2021

LA BELLA Y LA BESTIA (La belle et la bête, 1946)


CARTELERÍA


            Transmitidos por la tradición oral y mezclados con las leyendas del folclore es muy difícil precisar quien es el verdadero autor de un cuento clásico.

            El cuento de “La Bella y la Bestia” tal y como lo conocemos se le atribuye a Madame Leprince de Beaumont y fue publicado en 1757

               FRANCIA

            Jean Cocteau (1889-1963) fue un polifacético artista. Escritor, pintor, dibujante, dramaturgo y cineasta entre otras cosas, fue ante todo  poeta, porque poesía aplicaba a todas las tareas en las que se involucraba

               FRANCIA

           En 1932 estrenaba su primera película. “La sangre de un poeta” fue un film surrealista que continuaba las controvertidas tendencias de películas como “Un perro andaluz”(1929) y “La edad de oro”(1930) de Luis Buñuel

                   DINAMARCA

          Tras este puntual experimento, Cocteau retornó al mundo del teatro y la literatura con el que se sentía más identificado

          SUECIA

           En 1937 conoció a Jean Marais, un joven actor al que iba a dirigir en un par de obras de teatro. A partir de ese momento, el director iba a apoyar sin reservas al joven Jean en su carrera como actor

               ALEMANIA

            Quizás fue la consolidación de esta amistad o el deseo de estar más tiempo juntos lo que provocó el regreso de Jean Cocteau a la dirección cinematográfica.

            “La Bella y la Bestia” sería su primera película con argumento y el papel protagonista sería para su amigo y amante Jean Marais

               FINLANDIA

            El rodaje del film empezó el 27 de agosto de 1945. El fin de la 2ª Guerra Mundial estaba muy reciente y se iban a enfrentar a muchas dificultades técnicas y financieras. Esta carestía espoleó la imaginación del director para solventar todo tipo de problemas de producción con mucho ingenio

            HOLANDA

             Cocteau se hizo cargo del guion de la película.

             Imaginó unos decorados influenciados por los grabados de Gustave Doré y para las escenas de la granja se inspiró en las pinturas de Johannes Vermeer. Para lograr el diseño de producción imaginado contó con un gran profesional, Christian Bérard, que también se hizo cargo del vestuario

     EE.UU.

            Cocteau se rodeó de un auténtico grupo  de talentos , formando un equipo técnico con lo mejor del cine francés de la época. Como director de fotografía fichó al maestro Henri Aleka; para los decorados a Lucien Carré; la música fue compuesta por Georges Auric y el maquillaje estaba  en manos de Hagop Arakelian que tardaba todos los días cinco horas para convertir a Jean Marais en la Bestia del cuento

      ESPAÑA

            También pudo contar con la ayuda de René Clément,  que ese mismo año triunfaría con su película “La batalla del raíl” (1946) en el Festival de Cannes. Posteriormente, dirigiría títulos tan interesantes como “A pleno sol” (1960) y ¿Arde París? (1966)

    BRASIL

           Fue un rodaje muy dificultoso. Carecían del interior de un castillo para rodar, lo que les obligó a aguzar el ingenio para engrandecer los espacios del set de rodaje, llenándolos de sombras y tules mecidos al viento.

           Los trucajes visuales tuvieron más trabajo de carpintería e imaginación a la hora de aplicar luces y sombras que de dinero contante y sonante a costa del presupuesto

 ITALIA

           El efecto de las velas encendidas cuando el padre de Bella pasa junto a ellas se logró apagándolas mientras caminaba hacia atrás y luego pasando la película al revés. Toda la secuencia se rodó en una toma larga e invertida. Si nos fijamos en la chimenea, las llamas se mueven hacia abajo. Un detalle que de algún modo ayuda a ampliar la sensación de magia y embrujamiento del lugar

  EE.UU.

            Para crear las esculturas humanas vivientes en la chimenea y en otros elementos arquitectónicos del castillo, Jean Cocteau contrató a varios muchachos  a  los que  recubrió de yeso para que parecieran figuras de piedra creando otro de los efectos inquietantes del film

JAPÓN

           Eran tiempos de posguerra y había una gran escasez de tela; bueno, de tela y de todo. Tuvieron muchos problemas para encontrar sábanas sin parches para rodar la escena de la lavandería. El equipo a menudo llegaba al estudio  encontrando que las cortinas de la cama de la Bella habían sido robadas durante la noche

MÉXICO

            Los trajes se fabricaron a base de retales de tela en el taller de alta costura de Jeanne Lanvin en París, bajo la supervisión del diseñador Pierre Cardin.

            Cocteau utilizó varios tipos de película debido a la dificultad para conseguir este tipo de material recién acabada la guerra. Estas diferentes texturas visuales también añadieron un efecto más onírico al film

ESPAÑA

              El reparto se completó con un elenco de extraordinarios actores. Al mencionado Jean Marais que además del rol de la Bestia interpreta a Avenant y al príncipe, se suma la Bella Josette Day; Mila Parély y Nane Germon como sus dos pérfidas hermanas; Michel Auclair como Ludovic y el gran Marcel André interpretando al padre de Bella

     ALEMANIA

            La película se estrenó el 25 de septiembre de 1946 en el Festival de Cannes y el estreno en España fue el 8 de febrero de 1950.

            Aunque la música original del film es obra de Georges Auric, el compositor Philip Glass compuso una ópera perfectamente sincronizada con la película que sirve como banda sonora alternativa. Estaba destinada a representaciones en directo con la película proyectada detrás de la orquesta

BÉLGICA

            En 1946 Walt Disney ya estaba interesado en adaptar “La Bella y la Bestia” en un largometraje animado, pero cuando vio la peli de Cocteau sintió que era incapaz de superar el resultado y no se volvió a plantear el proyecto hasta muchos años después

MALLEUS

           En fin, creo que esta película de Jean Cocteau es probablemente una de las mejores películas fantásticas de la historia.

           Al principio del film el director apela al niño que llevamos dentro para que abandone los prejuicios y se entregue a disfrutar de un cuento de hadas centrado en el triunfo del amor sobre lo material y en la búsqueda de la belleza en el interior de las personas.

           Hay películas que se olvidan al rato de haberlas visto. Otras, como “La Bella y la Bestia” de Jean Cocteau, permanecen en nuestra memoria durante toda la vida.

           Y colorín colorado este cuento se ha acabado.







                       

                                            Hasta la semana que viene






              






 

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