CARTELERÍA
La tercera novela de Daphne du Maurier fue todo un best seller y posiblemente la más exitosa de toda su carrera. En Estados Unidos ganó el Premio Nacional del Libro de 1938, año de su publicación
Alfred Hitchcock que ya había adaptado al cine su anterior novela “La posada Jamaica”, quiso comprar los derechos de su nueva novela pero la fama que había alcanzado su autora implicaba un precio demasiado alto para las posibilidades del director
El productor David O. Selznick consiguió hacerse con los derechos de la novela y casualmente estaba interesado en fichar a Hitchcock para que empezara a dirigir películas en Hollywood
Selznick se caracterizaba entre otras cosas por ser muy fiel a las novelas que adaptaba a la pantalla como había demostrado en películas como “Historia de dos ciudades”(1935) o “El prisionero de Zenda”(1937). De hecho en esos momentos estaba inmerso en el rodaje de la novela de Margaret Mitchell titulada “Lo que el viento se llevó”(1939). Esa fue la razón de que Daphne du Maurier le vendiera a él los derechos de “Rebeca”
Hitchcock fue contratado por el productor y su primera película juntos iba a tratar sobre el hundimiento del Titanic pero hubo presiones por parte de la empresas navieras para que la producción no saliera adelante y se abandonó el proyecto
Así que como si estuviera predestinado, “Rebeca” terminó en las manos de Hitchcock que desde un principio había visto el enorme potencial que la novela podía tener en la pantalla. Lo que no sabía Don Alfredo era que a diferencia con el cine británico en que los productores dejaban hacer el trabajo a los directores, en Estados Unidos, no era así… y menos Selznick
Selznick además de aportar ideas, controlaba el guion, se metía en el rodaje, elegía el reparto y como no le gustara lo que hacía el director, le hacía hasta el montaje final de la película. Y tratándose de Hitchcock que era un tipo con bastante carácter, está claro que tuvieron sus más y sus menos durante toda la producción
Selznick había pagado 50.000$ por los derechos de la novela con la idea de hacer el film con Carole Lombard y Ronald Colman de protagonistas, pero ambos rechazaron la propuesta.
La segunda opción del productor para el papel de Maxim de Winter estaba entre William Powell y Laurence Olivier. Olivier estaba dispuesto a hacer el film por 100.000$ menos que Powell y además acababa de triunfar con “Cumbres Borrascosas”(1939) por la que iba a ser nominado al Oscar, así que Selznick lo contrató y se lo impuso a Hitchcock que realmente a quien quería para ese papel era a Robert Donat.
Melvyn Douglas, Leslie Howard, Walter Pidgeon y David Niven también fueron considerados por el productor
La elección de la protagonista femenina, la Sra. De Winter fue toda una odisea. Audicionaron unas treinta actrices para intentar hacerse con el personaje.
Selznick quería a Olivia de Havilland pero la actriz ya estaba comprometida con el productor Samuel Goldwyn para hacer junto a David Niven “Raffles, caballero y ladrón”(1939).
Selznick también consideró a Loretta Young, Vivien Leight y Anne Baxter para el papel.
Hitchcock se decantaba más por Anne Baxter o por Maureen O’Hara con la que ya había trabajado en “Posada Jamaica”(1939).
Al final el personaje fue a parar a Joan Fontaine, una extraordinaria elección porque posiblemente sea ésta la mejor interpretación de toda su carrera
Si hay un personaje inolvidable para todo aquel que haya visto la peli, es sin duda el de la Sra. Danvers, la inquietante ama de llaves de Manderley.
El papel se lo ofrecieron a Flora Robson pero lo rechazó para irse a hacer de reina de Inglaterra en “El halcón del mar”(1940)
Judith Anderson era una actriz nacida en Australia que había llegado a Nueva York en 1918. Apenas había trabajado en cine pero era una reconocida actriz de teatro y toda una estrella en Broadway
Rigurosamente vestida de negro monacal rara vez parpadea mientras interpreta a la Sra. Danvers. Su personaje parece que levite en vez de caminar.
Hitchcock quería que el espectador la viera desde el punto de vista del personaje de Joan Fontaine, con la ansiedad y el temor que le provoca, apareciendo de la nada en el momento más inesperado. Francamente uno de los personajes más turbadores de toda la filmografía del director
La película tiene tres partes diferenciadas que a su vez engloban tres estilos literarios distintos.
La primera parte transcurre toda ella en Montecarlo y es esencialmente como una novela romántica, casi un cuento de hadas con su toque crítico hacia la diferencia de clases. Extraordinaria la aportación en esta parte del film de Florence Bates, la ricachona Sra. Van Hopper
La segunda parte va desde que la pareja llega a Manderley hasta la fiesta de disfraces. Esta parte central del film se convierte en una historia de misterio y suspense.
Además de la aparición, nunca mejor dicho, de la Sra. Danvers, conocemos a otros dos estupendos personajes interpretados por el bonachón de Nigel Bruce y la elegante Gladys Cooper, una pareja entrañable, familia de Maxim, que hace muy buenas migas con la nueva Sra. De Winter.
Y por supuesto, está Manderley.
La mansión en sí es otro personaje más. Toda la decoración y el mobiliario aportan una sensación como si la casa estuviera viva y que es ella quien encierra todas las claves de Rebeca, el personaje que da título a la película y que sin aparecer físicamente, está siempre presente. Todo en Manderley recuerda a Rebeca
En la última parte, la película se convierte en un relato policiaco gracias a un extraordinario giro de guion . Para rematar el magnífico reparto en esta tercera parte aparecen George Sanders y C. Aubrey Smith, otros dos secundarios de lujo
Aunque el film se rodó en Hollywood, por muchos detalles, parece una película inglesa. El reparto, el director, la adaptación, la ambientación, el vestuario… es todo muy “british”.
El rodaje, previsto para hacerlo en únicamente 36 días, comenzó el 8 de septiembre de 1939, cinco días después de que el Reino Unido entrara en la 2ª Guerra Mundial y terminó el 20 de noviembre de ese mismo año, 27 días después de lo previsto. Tres de los días perdidos fueron a causa de una gripe de Joan Fontaine y otros tres por culpa de una huelga
El presupuesto final fue de 1.288.000$.
500.000$ más del presupuesto previsto originalmente
Hitchcock y el director de fotografía George Barnes utilizaron una técnica conocida como “fotografía de enfoque profundo” que les permitía una puesta en escena con una gran profundidad de campo. Ésta es una de las pocas películas que utilizó esta técnica antes que “CiudadanoKane”(1941)(Ver Cartelería en FEBRERO 2020)
Para componer la banda sonora, Selznick tomó prestado a Franz Waxman de la Metro-Goldwyn-Mayer lo que obligó al músico a trabajar a partir del guion y sin ver el montaje final del film.
Siempre que se menciona en la película a Rebeca se oye un sutil efecto sonoro que acentúa la sensación de más allá que evoca el nombre del personaje. Este efecto se consiguió gracias a un “Hammond Novachord” considerado el abuelo de todos los sintetizadores modernos; un instrumento que más tarde se utilizaría en infinidad de películas de ciencia-ficción.
Franz Waxman, como de costumbre, compuso una maravillosa partitura para el film
El estreno mundial fue en Miami (Florida) el 21 de marzo de 1940. Fue la película estadounidense más taquillera de ese año y tuvo 11 nominaciones para el Oscar. Ganó el de mejor película y también el de mejor fotografía en blanco y negro.
En España se estrenó el 10 de diciembre de 1942.
Hitchcock consiguió con “Rebeca” fama internacional y la película le abrió las puertas de una industria en la que desarrollaría una espléndida filmografía repleta de éxitos. Se convirtió en un cineasta con un estilo muy definido que tuvo siempre a su disposición la posibilidad de trabajar con las mejores estrellas de Hollywood
De Daphne du Maurier volvió a adaptar uno de sus cuentos en “Los pájaros”(1963)(Ver Cartelería en FEBRERO 2020).
Selznick le produjo dos películas más: “Recuerda”(1945) y “El proceso Paradine”(1947) ambas protagonizadas por Gregory Peck.
En fin, reconozco que “Rebeca” es mi película favorita de Alfred Hitchcock. Creo que Selznick supo atar en corto a Don Alfredo y no lo dejó desmadrarse, porque de no ser así, el resultado no hubiera sido tan sobresaliente.
A la profesionalidad de Hitchcock hay que unir la constante supervisión de Selznick, tanto en el rodaje como en el montaje.
Hitchcock era muy dado a cambiar muchas cosas de las novelas que adaptaba y al primer guion que desarrolló de “Rebeca” ya le había dado su toque y había cambiado sustancialmente la trama de la novela. Selznick lo tiró todo a la basura diciéndole: “Compramos Rebeca y tenemos intención de filmar Rebeca, no una distorsionada y vulgarizada versión de una obra que ha demostrado ser un éxito”.
Sin duda, la tensión entre Hitchcock y Selznick ayudó a crear la obra maestra que nos legaron.
Hasta la semana que viene
Primer embrión de lo que más tarde sería el uso de sintetizadores en las películas de ciencia ficción. Lo que descubre un@ en esta sección. Como siempre muy buen trabajo.
ResponderEliminar