lunes, 18 de septiembre de 2023

HORIZONTES DE GRANDEZA (The Big Country, 1958)

 

CARTELERÍA

 

         Nacido en 1902 en Alsacia en el seno de una familia judía, William Wyler llegó a los Estados Unidos en 1921. Comenzó sus tareas cinematográficas dirigiendo cortos del Oeste de bajo presupuesto en los estudios “Universal”,  donde su tío Carl Laemmle era amo y señor    

SAUL BASS

            Metódico y perfeccionista, Wyler era de esos directores que no escatimaban horas de trabajo a la hora de hacer tomas, repetir escenas e incluso reescribir el guion o cambiar los diálogos de un día para otro, lo que le granjeó más de un disgusto con los actores, pero todo esto repercutió en atesorar una de las más logradas filmografías del cine clásico

            Toda su vida estuvo luchando para tener el control creativo de sus films y escapar de las exigencias de productores y estudios, así que muy pronto empezó a producir él mismo algunas de sus películas.

            Gregory Peck y William Wyler se habían hecho muy buenos amigos durante el rodaje de “Vacaciones en Roma”(1953). En 1956, decidieron montar una productora para hacer una superproducción, “La Metro” y “United Artists” se encargarían de la distribución y sería un western titulado “Horizontes de Grandeza” (The Big Country)

            La película está basada en una novela de Donald Hamilton titulada “Emboscada en Cañón Blanco” que se publicó por entregas en el “Saturday Evening Post”.

            Robert Wyler y Jessamyn West se encargaron de la adaptación y en el guion trabajaron hasta siete guionistas que no colmaron las expectativas ni de Peck ni de Wyler, pero siguieron adelante con el proyecto porque ya habían invertido mucho dinero

            Finalmente, Peck llamó a su amigo Sy Bartlett, veterano guionista de “20th Century Fox” y a James R.Webb que había escrito ya entre otras cosas el guion de “Veracruz”(1954) y de “Apache”(1954) dos buenos westerns de Robert Aldrich y que más tarde ganaría el “Oscar” por el libreto de “La Conquista del Oeste”(1964),  para que completasen y materializasen el guion escrito por Robert Wilder

ALEMANIA

            En un principio para la realización del film, habían estimado un presupuesto de 1.000.000$, pero la película terminó costando 4.000.000$.

            El rodaje se realizó entre el 30 de julio al 18 de noviembre de 1957. Los exteriores se rodaron en distintas localizaciones de California y Arizona

FRANCIA

            El veterano decorador Edward G. Boyle que había trabajado en películas míticas como “Lo que el viento se llevó”(1939) y “El gran dictador”(1940) capitaneó al equipo que construyó los decorados más grandes jamás construidos en los “Estudios Samuel Goldwyn” para reproducir la enorme mansión de los Terrill que cubría dos platós contiguos

FINLANDIA

         La dirección artística estuvo a cargo de Frank Hotaling, todo un especialista en westerns y colaborador de John Ford en dos de sus obras maestras: “El hombre tranquilo”(1952) y “Centauros del desierto” (TheSearchers, 1956).

         El film está filmado en Technirama un formato panorámico al que el director de fotografía Franz Planer sacó un gran partido logrando mostrar la espectacularidad de los paisajes y esa profundidad de campo que tanto le gustaba utilizar a Wyler

PORTUGAL

            Gregory Peck se reservó el papel protagonista. Su Jim McKay es un personaje que hace ya intuir a su Atticus Finch que interpretaría años después en “Matar un ruiseñor”(1962) y por el que ganaría el “Oscar”.

            Su personaje es un tipo noble y educado. Un héroe muy original para deambular en un western, lo digo porque en ningún momento se pone un sombrero de vaquero, ni se lía a tiros con nadie, es un caballero rodeado de chusma asilvestrada

JAPÓN

            Charlton Heston inicialmente rechazó el papel de Steve Leech, capataz y hombre de confianza del Mayor Terrill, porque no le parecía un personaje importante. Su representante le convenció de que no podía perder la oportunidad de trabajar con Gregory Peck y William Wyler y fue gracias a esto que Heston aceptó el papel.

            La escena de la violenta pelea a puñetazos entre Heston y Peck tan originalmente filmada y montada, tardó dos días en rodarse y según cuenta Charlton Heston en sus memorias, dejó a los dos actores completamente exhaustos 

ESPAÑA

            Chicas de la película hay dos.

            Por un lado, Jean Simmons que interpreta a Julie Maragon, que increíblemente, algunos críticos tacharon su papel de irrelevante para la historia narrada y que yo, personalmente, creo que es su personaje precisamente el que le da sentido a todo el argumento del film.  

            Y por otro contaron también con Carroll Baker en el rol de Pat Terrill, la prometida de Jim McKay. La actriz venía de hacer “Gigante”(1956) y  terminaba de ser nominada al “Oscar” por su papel en el film de Elia Kazan: “Baby Doll”(1956), peli que por cierto fue prohibida en España, donde no se estrenó hasta 1982

HUNGRÍA

            Charles Bickford es el Mayor Terrill, uno de los dos ganaderos que montan todo el lío por la posesión del agua. Actor veterano que ya había tenido sus más y sus menos con Wyler en el rodaje de “Santos del infierno” (Hell’s héroes, 1929) y que durante el rodaje de “Horizontes de Grandeza” volvieron a pelearse en más de una ocasión. Aun así, Bickford siempre fue un profesional  de sobrada solvencia y una garantía como actor de carácter en cualquier tipo de  producción como ya había demostrado en films como: “Tarzán en Nueva York”(1942), “Ha nacido una estrella”(1954) y “No serás un extraño”(1955)

DINAMARCA

            La guinda del pastel en labores de interpretación de la película se la lleva Burl Ives, el actor que interpreta a Rufus Hannassey, el otro patriarca en conflicto y enemigo jurado del Mayor Terrill.

            Ives ganó el “Oscar” gracias a su trabajo en el film y la verdad es que su interpretación desprende una autenticidad y un carisma capaz de robar la escena a cualquier otro que aparezca junto a él en la pantalla.

            El actor que había despuntado gracias a su papel en “Al este del edén”(1955), se encontraba en agosto de 1958 en la cumbre de su carrera, ya que ese mismo año se estrenó también “La gata sobre el tejado de zinc”(1958) donde daba vida a “Big Daddy” , otro memorable personaje por el que será siempre recordado

CHECOSLOVAQUIA

            El reparto principal se completa con Chuck Connors que con su interpretación del bastardo e impresentable Buck Hannassey se convierte (con su 1’96 metros de altura) en el perfecto antagonista de los personajes de Heston y Peck.

            Connors había sido jugador profesional de beisbol militando en las filas de los Dodgers de Brooklyn y también de baloncesto jugando en los Celtics de Boston. Era un rostro muy conocido de las series televisivas. En cine muchos lo recordarán por su interpretación del famoso jefe apache en  “Gerónimo”(1962) y por supuesto por “Mi amigo Flipper”(1963) pero para la gente de mi generación siempre será Lucas McCain el protagonista de la icónica serie “El hombre del rifle” (1958-1963)

ALEMANIA

            “Horizontes de Grandeza” fue la última aparición en pantalla de Alfonso Bedoya, un buen actor de carácter mexicano que, en la peli, interpreta a Ramón. Muchos cinéfilos se acordarán de su participación en “El tesoro de Sierra Madre”(1947) de John Huston y “La rosa negra”(1950), el film de aventuras de Henry Hathaway protagonizado por Tyrone Power

JAPÓN

            Durante el rodaje, trabajar con Wyler se convertía en una verdadera tortura para los actores. Por un lado por la exorbitante cantidad de tomas que hacía repetir, casi siempre sin dar más explicaciones al reparto que decirles que tenían que hacerlo mejor, y por otro lado, por las continuas reescrituras que hacía del guion.

           Exceptuando a Burl Ives que se lo pasó bomba durante toda la filmación, el resto del reparto tuvo sus más y sus menos con el exigente director. Hasta el bueno de Gregory Peck abandonó un día el set furioso y a punto de llegar a las manos con Wyler. El director en una entrevista declaró que no volvería a dirigir a Peck ni por un millón de dólares y aunque hicieron las paces tres años después, nunca volvieron a trabajar juntos

ARGENTINA

            La inolvidable secuencia de apertura con los créditos del film fue diseñada por Saul Bass y la magnífica partitura que acompaña estas imágenes y el resto del film fue compuesta por Jerome Moross, un autor que no se prodigó mucho en el mundo del cine, pero que gracias a la música de esta película, aparece en todas las antologías del género. Obtuvo una nominación al “Oscar” a la mejor banda sonora y aunque no lo ganó, el tema principal de “Horizontes de Grandeza” es una de las melodías más populares e inconfundibles del western clásico.

            A Wyler no le gustaba nada la partitura de Moross e insistió en contratar a otro músico, pero Gregory Peck que co-producía el film con Wyler logró convencerlo de que estaba equivocado,  aludiendo al éxito que había tenido la música entre el público asistente al pre-estreno realizado el 13 de agosto de 1958

ITALIA

            “Horizontes de Grandeza” se estrenó en Estados Unidos en octubre de 1958 y el estreno en España fue el 10 de septiembre de 1959.

            Las escenas finales con Gregory Peck y Jean Simmons fueron dirigidas por Robert Swink,  asistente en tareas de dirección, porque Wyler se tuvo que ir a Roma a preparar el rodaje de “Ben-Hur”(1959)

ESPAÑA

            Durante el rodaje, Wyler enfermó gravemente de laringitis y tuvo que ser hospitalizado, provocando la suspensión de la filmación durante un tiempo. En los descansos del rodaje, el elenco se entretenía jugando a las cartas (Jean Simmons y William Wyler), dibujando (Charlton Heston), jugando al ajedrez (Gregory Peck y Burl Ives) e incluso organizando carreras de tortugas (Carroll Baker y Charlton Heston).

            En fin, un western épico y un melodrama con tintes de tragedia griega en el que Wyler  aprovecha totalmente todas las ventajas que ofrece una superproducción. El extraordinario reparto ayuda mucho para que el director muestre la profundidad psicológica de unos personajes completamente creíbles que cuentan con los  inteligentes diálogos de un guion perfecto y si a esto le sumamos la extraordinaria música de Moross y la espectacular fotografía pues a nadie le puede extrañar que el gran crítico cinematográfico André Brazin declarase en una ocasión: “que nadie ha sabido contar mejor una historia en cine que Wyler”.

 

 

 

 


                                           Hasta la próxima película




 




 




 




 


 


 




 





 


 





 




 




 


 
  


 


 




 


 




 




 


 


 

             

No hay comentarios:

Publicar un comentario