CARTELERÍA
Si la semana pasada recordábamos una de las mejores películas de Martin Scorsese, esta semana vamos a hablar de uno de sus films favoritos
Este clásico británico fue su elección para presentar su tesis de fin de carrera.
Un film de espionaje y uno de los thrillers más inspirados y atractivos de la historia del cine
Todo empezó una noche de 1948. Alexander Korda, el impetuoso zar del cine inglés, había invitado a cenar a su escritor favorito, Graham Greene, con la intención de convencerlo para que escribiera una nueva película para el director Carol Reed
Ese mismo año, los tres habían conseguido un enorme éxito con “El ídolo caído”(1948) y Korda, como buen productor que era, tenía mucho interés en repetir la jugada
Su idea era que la historia tratara sobre la Europa de la posguerra a través de la situación de Viena, ciudad ocupada por las cuatro potencias victoriosas de la 2ª Guerra Mundial
Así que mandó al escritor a Viena para inspirarse. Allí Greene estuvo un mes y medio dando forma a un relato que ambientó en lugares muy conocidos
Se sintió particularmente fascinado por el mercado negro que existía, de ahí tomó la idea de la penicilina adulterada. El descubrimiento de que Viena poseía una red subterranea de cloacas tan extensa como la ciudad, era algo que no iba a desaprovechar para su historia y por supuesto, incluiría también la emblemática noria del Prater
La redacción del argumento continuó durante meses. Un periodo de tiempo en el que Greene y el director Carol Reed trabajaban en estrecha colaboración
Korda hizo llegar las sucesivas versiones del guion a su socio americano David O. Selznick que incapaz de repetir el éxito conseguido por “Lo que el viento se llevó”(1939) (Ver Cartelería en MAYO 2019) había decidido abandonar la producción propia e invertir en producciones europeas. Entre otras cosas para sacarle partido a los efectivos que le quedaban, principalmente, a los actores que tenía aún bajo contrato
Selznick hizo así valer su influencia (y su experiencia) y se puso manos a la obra en busca de un reparto que fuera atractivo tanto para el público europeo como para el norteamericano
El papel protagonista femenino se lo asignó a Alida Valli con la que acababa de rodar “El proceso Paradine”(1947).
Tanto a Carol Reed como a Alexander Korda les pareció perfecta la elección
En un principio, Selznick propuso a Cary Grant para interpretar el papel de Holly Martins y a Nöel Coward como Harry Lime siguiendo la idea original del escritor de que fueran británicos, pero luego pensó en el mercado norteamericano y propuso a James Stewart como Martins y a Robert Mitchum en el rol de Harry Lime
El 1 de septiembre se estrenó en el Reino Unido y a España llegó el 8 de abril de 1950
En fin, independientemente de las extraordinarias interpretaciones de un reparto completado con Trevor Howard, Bernard Lee, etc… creo que hay dos cosas que marcan las señas de identidad de esta película:
La música del hasta entonces desconocido citarista Anton Karas, autor que a partir del éxito del film se convirtió en una celebridad. Inolvidable su tema de Harry Lime.
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