viernes, 28 de mayo de 2021
Al otro lado de la Plaza
jueves, 27 de mayo de 2021
viernes, 21 de mayo de 2021
1936 (Tambores de Guerra)
jueves, 20 de mayo de 2021
TIBURÓN (Jaws, 1975)
CARTELERÍA
Adaptación cinematográfica de la primera novela del escritor estadounidense Peter Benchley, un autor especializado en obras de ambiente oceánico. Gracias al éxito que obtuvo esta película de Steven Spielberg, varias de sus novelas, terminaron convirtiéndose en películas. Las más conocidas: “Abismo”(1977) de Peter Yates y “La isla”(1980) de Michael Ritchie, pero ninguna de las dos está a la altura del film que vamos a recordar hoy
La novela de Peter Benchley fue descubierta antes de publicarse por la entonces editora de la revista “Cosmopolitan” y esposa del productor David Brown, Helen Gurley.
Casi un año antes de que la novela se publicase en diciembre de 1973, los productores David Brown y su socio Richard D. Zanuck, ya se habían hecho con los derechos de adaptación cinematográfica por la modesta suma de 150.000$ y la promesa a Benchley de que él mismo escribiría el guion del film cuando el proyecto se llevase a cabo
En espera de que las ventas del libro facilitasen el camino a la comercialidad del film, Zanuck y Brown le produjeron el primer largometraje a un precoz genio que, a tenor de los comentarios críticos, había rodado la mejor película hecha hasta entonces para TV, “Duel”(El diablo sobreruedas, 1971)(Ver Cartelería en DICIEMBRE 2019).
El joven genio era Steven Spielberg y ese primer largometraje se tituló “Loca evasión”(1974)
En una de las visitas que Spielberg hizo a la oficina de Zanuck para hablar sobre el montaje de “Loca evasión”, vio varias copias no corregidas de una novela no publicada. Se titulaba “Jaws” (Mandíbulas). No tenía ni idea de lo que se escondía tras ese título ya que lo mismo podía ser la biografía de un dentista como una novela pornográfica
Pidió permiso para llevarse una copia y la leyó aquel mismo fin de semana pensando que las últimas 150 páginas eran inspiradísimas. Inmediatamente sintió deseos de convertir aquel texto en una película, así que al lunes siguiente estaba hablando con Zanuck y Brown para decirles que estaba muy interesado en dirigir el film pero, al parecer, ya estaba reservado para Dick Richards
El jefe de policía Martin Brody (Roy Scheider), Quint un veterano cazador de tiburones (Robert Shaw) y el oceanógrafo Matt Hooper (Richard Dreyfuss). Un trío de actores que resultó muy convincente y aportó mucha química como equipo perseguidor del bicho marino, pero que nada tenía que ver con el reparto inicial pensado por los productores
Fue toda una odisea reclutar al trío protagonista, por un lado estaba el complicado rodaje en el mar; y por otro, que la película a priori no dejaba de ser “una peli de bichos” dirigida por un director novato cuya recién estrenada opera prima “Loca evasión”(1974) era un sonado fracaso comercial.
Nueve días antes del inicio del rodaje, ni Quint, ni Hooper habían sido elegidos; de hecho, el rodaje de “Tiburón” empezó sin el guion acabado, sin el elenco de actores cerrado y sin… tiburón
Pero vamos por partes, el papel del Jefe Brody era el que
más claro tenían los productores. Querían a Charlton Heston y el actor aceptó
hacer la película, pero Spielberg lo vetó por la sencilla razón de que en sus
dos últimas películas “Aeropuerto
Spielberg razonó que si interpretaba al Jefe Brody, la audiencia de “Tiburón” asumiría que el temible escualo no tendría ninguna posibilidad contra el héroe y eso iba en detrimento del suspense y la incertidumbre que el director quería imprimir a su película.
Heston terminó tan disgustado por haber sido rechazado que hizo más de un comentario despectivo sobre Spielberg y prometió que nunca trabajaría con él.
Gene Hackman y Robert Duvall también rechazaron el papel que terminó interpretando magistralmente Roy Scheider
Lee Marvin fue la primera elección de Spielberg para el papel de Quint. El actor le dio las gracias pero respondió que prefería irse a pescar. Tras la negativa de Marvin pensaron en Sterling Hayden, pero “Johnny Guitar” tenía problemas con el fisco norteamericano y no trabajaba en Estados Unidos para evitar que Hacienda se quedara con todo lo que ganaba.
Robert Mitchum tampoco tenía ganas de embarcarse y se fue con Sydney Pollack a hacer “Yakuza”(1974) y el bueno de Oliver Reed, como hizo durante toda su carrera, volvió a rechazar otro extraordinario papel.
Por fin, los productores recomendaron a Robert Shaw al director; acababan de trabajar con Shaw en “El golpe”(1973)(Ver Cartelería en OCTUBRE 2019) y tenían claro que iba a ser una buena elección
Faltaba encontrar al tercer componente de la tripulación, el oceanógrafo Hooper y la primera elección de Spielberg fue Dustin Hoffman pero el actor rechazó la proposición.
Kevin Kline estuvo a punto de conseguir el personaje, pero a última hora no terminó de convencer al director y fue descartado.
Joel Grey, Jeff Bridges, Jon Voight y Timothy Bottoms también fueron considerados para el papel que terminó en manos de Richard Dreyfuss, que fue probado y elegido por sugerencia de George Lucas, otro de los buenos amigos de Spielberg, con el que había trabajado en “American Graffiti”(1973)
El rodaje empezó el 2 de mayo de 1974. En el calendario de filmación se habían previsto 52 días de rodaje, pero este mes y medio inicial terminaron siendo cinco meses de una pesadilla de rodaje que finalizó el 3 de octubre de 1974.
El presupuesto se disparó hasta los 8.000.000$. Spielberg no había contado con las dificultades de rodar en el mar, y la mayor parte de “Tiburón” se rodó en el mar, no en un océano de atrezzo construido en un plató
De las 12 horas diarias de rodaje solo resultaban efectivas 4, y eso los días de buena mar, ya que el resto del horario se empleaba en anclar y estabilizar las naves, luchar contra el oleaje y las corrientes marinas y manipular al tiburón mecánico, estrella absoluta del film y bautizado por Spielberg con el nombre de “Bruce”
Se construyeron tres “Bruces” cada uno con funciones especializadas. Cada tiburón costó 250.000$.
“Bruce” era una inmensa bestia articulada de
Durante su construcción, nunca se probaron en el agua así que cuando llegó el día en que tuvo que entrar en escena, el enorme escualo se hundió directamente al fondo del océano y se necesitó a un equipo de buzos para recuperarlo
Las perspectivas no parecían muy esperanzadoras porque el segundo modelo también terminó en el fondo del mar y, a la vista del metraje rodado con el tercero, se descubrió que “Bruce” era bizco e incapaz de cerrar sus fauces. Sin duda, el agua salada había degradado rápidamente los mecanismos
La solución propuesta por Spielberg pasó por no mostrar al tiburón durante la primera hora y 20 minutos de película, excepto de una forma fragmentada o mediante sombras submarinas. En su lugar, la amenazante presencia la sugerían los movimientos de cámara y una extraordinaria partitura de John Williams con claras resonancias a Stravinsky.
La banda sonora compuesta por Williams y ganadora del Oscar es de las que no tiene desperdicio. Genial
Las dificultades se fueron sucediendo hasta los últimos días de filmación. Mientras rodaban el ataque de “Bruce” a la barcaza “Orca”, uno de los golpes hundió realmente la barca junto a todo el equipo de filmación, cámaras y película ya rodada. La veloz intervención de los equipos de salvamento permitió que los negativos correspondientes a la escena rodada se pudieran recuperar y de hecho, fueron incluidos en el montaje final de la película
En España la película se proyectó en septiembre de 1975 en el Festival de Cine de San Sebastián y el 19 de diciembre de ese mismo año se estrenó en todo el país.
En Estados Unidos se había estrenado el 20 de junio de 1975.
El impacto popular fue inmediato y con múltiples consecuencias. Dadas las fechas del estreno, previas al verano, en Estados Unidos fueron innumerables las reservas en zonas costeras que se vieron canceladas por el temor que la película de Spielberg consiguió inculcar entre el público. Lo que no impidió que ese mismo público abarrotase las salas de proyección y colocase el film a la cabeza de los de mayor recaudación de la historia, lugar de privilegio en el que permaneció durante dos años para dejar paso a “La guerra de las galaxias”(1977)(Ver Cartelería en MARZO 2021)
En fin, con “Tiburón” se puede decir que Spielberg inventó el “taquillazo del verano” y además añadió un nuevo monstruo a la galería de criaturas terroríficas del los estudios Universal en un film que impulsó tanto las carreras de sus tres protagonistas como la suya propia.
Creó una franquicia, o mejor dicho un género, porque son incontables las películas que desde entonces se han hecho con tiburones comiendo gente. Ninguna de estas películas está a la altura del film de Spielberg; un director que tras el fracaso de su primera peli consiguió, gracias a un tiburón, encumbrarse al “Olimpo” de los grandes directores, lugar donde ha permanecido desde entonces inamovible, gracias a una larga lista de películas inolvidables.
Hasta la próxima película
miércoles, 19 de mayo de 2021
viernes, 14 de mayo de 2021
El Espíritu de las Flores
miércoles, 12 de mayo de 2021
EL REY Y YO (The king and I, 1956)
CARTELERÍA
Margaret Landon fue una escritora estadounidense que vivió durante diez años en Siam ejerciendo como maestra y misionera. Estando allí llegaron a su poder dos libros que recogían las memorias de Anna Leonowens (1831-1915), institutriz real en la corte de Siam
La imaginación de la escritora se disparó y dedicó varios años a investigar sobre la vida de la institutriz; para ello contó con la ayuda de la nieta de Anna que residía en Canadá.
En junio de 1944 se publicó la primera edición de la novela que escribió con el título de “Ana y el rey de Siam” que en poco tiempo se convirtió en todo un best seller
Tan solo dos años después se estrenaba la primera adaptación cinematográfica “Ana y el rey de Siam”(1946) dirigida por John Cromwell y con Irene Dunne y Rex Harrison como pareja protagonista
La actriz británica Gertrude Lawrence, que había triunfado en Londres y Nueva York en varios musicales escritos por los mejores autores del género (Cole Porter, George Gershwin, etc…), fue quien tras leer la novela y ver la película de Cromwell , intuyó que ahí había una buena historia y se apresuró a adquirir los derechos para hacer una adaptación musical
El montaje teatral se estrenó en el St. James Theatre de Nueva York el 29 de marzo de 1951.
Aunque en un principio las canciones iba a escribirlas Cole Porter, el famoso compositor tuvo que rechazar el trabajo que terminaría recayendo en una de las parejas más importantes del musical americano: el músico Richard Rodgers y el letrista Oscar Hammerstein II
Para interpretar al rey, Rodgers y Hammerstein pensaron en Rex Harrison que ya lo había interpretado en la peli de 1946 por lo que el público lo tenía asociado al personaje; también en Alfred Drake y hasta en Nöel Coward que era íntimo amigo de Gertrude Lawrence, pero unos por dinero y otros por tener compromisos previos, ninguno de los tres aceptó el papel.
Sin duda alguna, el destino estaba jugando a las cartas
Los responsables de la obra convocaron una audición destinada a seleccionar al actor-cantante que interpretara al rey.
El primer candidato que apareció en el escenario, saludó hacia donde se encontraba la pareja de compositores, se sentó en el suelo con las piernas cruzadas y rasgando una guitarra empezó a cantar en un idioma no identificado
En sus memorias Richard Rodgers cuenta:
“Recuerdo su anguloso rostro oriental. Tenía un aspecto salvaje, sonaba salvaje y no había duda de que proyectaba una sensación de ferocidad controlada. Cuando leyó su papel volvió a impresionarnos por su autoridad y convicción. No hacía ni media hora que habíamos dejado a Alfred Drake y allí estaba nuestro rey”.
El nombre del actor, por supuesto, era Yul Brynner
Fue Irene Sharaff, la diseñadora de vestuario quien le aconsejó a Yul Brynner que debía afeitarse la cabeza. Si el resultado no era de su agrado, siempre podría recurrir a una peluca para cubrir el cráneo rasurado. Reticente al principio, Brynner siguió el consejo de la multioscarizada diseñadora.
Cuando “El rey y yo” se estrenó en Broadway, el efecto causó sensación y su cabeza afeitada se convirtió en seña de identidad y símbolo erótico del momento.
La obra fue un éxito que alcanzó las 1.246 representaciones y en la entrega de los premios Tony de teatro celebrada el 30 de marzo de 1952, Gertrude Lawrence y Yul Brynner recogieron sus correspondientes premios a mejor actriz y mejor actor en obra musical
20th Century-Fox, el estudio que había producido el único musical de Rodgers y Hammerstein escrito directamente para el cine “State Fair”(1945), dirigido por Walter Lang, y había filmado “Ana y el rey de Siam”(1946), era el candidato idóneo para realizar la versión cinematográfica del éxito teatral.
En los primeros meses de 1954 se anunció el rodaje del film, lógicamente a las órdenes de Walter Lang
De lo que no había duda es de que Yul Brynner repetiría su creación teatral ante las cámaras cuando finalizase el rodaje de “Los Diez Mandamientos”(1956)(Ver Cartelería en OCTUBRE 2019).
El mayor problema era encontrar a una actriz para sustituir a Gertrude Lawrence que había fallecido víctima del cáncer el 6 de septiembre de 1952 con tan solo 54 años
El jefazo del estudio Darryl F. Zanuck inicialmente tenía en mente a Maureen O’Hara para el papel de Ana. Pensaba que la actriz tenía las cualidades esenciales del personaje (calidez, determinación y temperamento ardiente) y además, era una pelirroja que poseía una extraordinaria voz de soprano, lo que hubiera eliminado el tener que doblar a la actriz en las canciones.
Pero Maureen fue vetada por el compositor Richard Rodgers alegando que era demasiado ruda para el papel.
Sus palabras fueron: “¡Ninguna reina pirata va a interpretar a mi Ana!”
Maureen O’Hara acababa de interpretar a Prudence “Spitfire” Stevens, una aguerrida capitana pirata junto a Errol Flynn y Anthony Quinn en “La isla de los corsarios”(1952) de George Sherman y Douglas Sirk
Dinah Shore, que era cantante y actriz fue la segunda opción, pero Yul Brynner insistió con vehemencia para que su compañera de reparto fuera Deborah Kerr aun sabiendo que tendrían que doblarla en las canciones.
El actor la había visto interpretar en teatro “Té y simpatía” y su extraordinario cambio de registro en "De aquí a la eternidad"(Ver Cartelería en OCTUBRE 2020) estaba todavía fresco en la memoria del público, así que Brynner consideraba que poseía el tipo de tensión sexual necesario para dar énfasis a la relación entre Ana y el rey. La intuición del actor resultó todo un acierto.
Aunque a Walter Lang se le otorga el mérito de director exclusivo de la película, Yul Brynner se enfrentó repetidamente con él e hizo muchas sugerencias de dirección que Lang terminó asumiendo e incorporando durante toda la producción
Del resto del reparto el personaje más interesante es Tuptim, la novia birmana del rey, que en principio iba a interpretarlo la actriz afroamericana Dorothy Dandridge, sin embargo, poco antes de iniciarse la producción fue sustituida por la portorriqueña Rita Moreno, la inolvidable Anita en la versión cinematográfica de “West side story”(1961) una actriz que ostenta el record de ser la primera en conquistar un Oscar, un Tony y un Emmy
20th Century-Fox invirtió la considerable suma de 5.625.000$ en la producción del film. El rodaje se inició el 1 de noviembre de 1955 y no terminaría hasta enero de 1956. Se utilizó el novísimo proceso fotográfico Cinemascope 55 y un glorioso sonido estereofónico.
De los casi seis millones de dólares, 750.000$ se destinaron a la espectacular secuencia del ballet “La cabaña del tío Tom”, el doble de lo que había costado cinco años antes la producción teatral de Broadway.
El estreno del film fue en Nueva York el 28 de junio de 1956 y en España se estrenó el 29 de marzo de 1959
El apartado de decorados y vestuario representó el otro gran coste de la producción. Se empleó más de 1.000.000$ en la construcción de decorados.
La breve escena en la que Ana es llevada por las calles de Bangkok al palacio del rey, requirió 25 sets de rodaje en un área de más de 12.000 metros cuadrados sin contar los establos de los elefantes usados en la secuencia.
La mesa para la cena de los embajadores pasa por ser la mayor jamás construida en un set de rodaje
El vestuario que diseñó Irene Sharaff es sencillamente espectacular. Los vestidos de Deborah Kerr pesaban entre 13 y 18 kgs. cada uno, debido a todos los pliegues, aros y enaguas.
Las dificultades principales durante el rodaje no fueron a causa del sofocante calor producido por los 58.000 amperios empleados para iluminar los más de 40 decorados diseñados por los directores artísticos John DeCuir y Lyle R. Wheeler, ni de las amplias y engorrosas faldas que luce Deborah Kerr
Tampoco por el delicado y sofisticado proceso de mezclas de voces de actores y cantantes. Marni Nixon dobló magistralmente en las canciones a Deborah Kerr.
Las dificultades del rodaje vinieron propiciadas por las continuas peleas entre Yul Brynner por un lado, y el productor Charles Brackett y el director Walter Lang por otro.
Después de tres años representando el musical en Broadway y otro más de gira, a Brynner no le quedaban secretos por desvelar sobre su personaje y por el bien de la producción, en todas las disputas que tuvo, terminó saliéndose con la suya. Así que sin ningún tipo de duda, se puede afirmar que el que la película fuera un rotundo éxito se debió a la insistencia del actor de que las cosas se hiciesen de la manera que él decía. Podía resultar difícil, pero era el que más claro tenía como debía ser el resultado final de la película
Uno de los días de rodaje aparecieron por el set algunos ejecutivos de la Fox sugiriendo que se cambiara el final para que el rey muriera atacado por un elefante blanco. Cuando Brynner se enteró, montó en cólera negándose a semejante ocurrencia e insistiendo en que la historia fuera fiel a la versión teatral.
Tanto Yul Brynner como el guionista Ernest Lehman, estaban decididos a incluir la canción “A Puzzlement” en la película, pero el director del estudio Darryl F. Zanuck, rechazó esta idea. Eso sí, reconoció que si consideraba que el film necesitaba la canción una vez terminado, permitiría volver a filmar. Esto es exactamente lo que pasó. Se filmó “A Puzzlement” al igual que una secuencia de apertura que muestra a Ana y a su hijo llegando a Bangkok, todo por una suma adicional de 400.000$
En fin, la película ganó 5 Oscars: Mejor diseño de producción (Decorados), Mejor diseño de vestuario, Mejor sonido, Mejor banda sonora (orquestación de un musical) y por supuesto el Oscar al mejor actor para Yul Brynner.
El actor interpretó ese papel la friolera de 4.625 veces.
Al final de su carrera, cuando ya estaba gravemente enfermo seguía protagonizando la enésima reposición de la obra teatral. Fue el papel de su vida y nadie dirá nunca “etcétera, etcétera, etcétera” como él.
Hasta la próxima